María Victoria Sirut, madre del cubano Leandro Cerezo Sirut, quien cumple cadena perpetua por intentar secuestrar una aeronave para escapar del país en 2007, exige una fe de vida de su hijo, pues desde finales del pasado año la familia no ha podido comunicarse con él.
“Exijo y necesito saber de mi hijo, exijo verlo, que la familia lo vea”, dijo la madre, que reside en Estados Unidos, en declaraciones a Cubanet.
La madre del preso explicó que Leandro acostumbraba a llamarla semanalmente y que también hablaba con otros miembros de la familia. Sin embargo, la última conversación data de inicios de noviembre, cuando le dijo que lo único que comía era arroz y que estaba vomitando mucho, incluso sangre.
En diciembre de 2020, familiares residentes en Cuba visitaron varias veces la cárcel de Kilo 8, en Camagüey, donde está interno, pero las autoridades no les permitieron verlo, aunque dijeron que se encontraba bien de salud.
A pesar de no tener noticias directas de Cerezo Sirut, la familia no ha dejado de enviarle comida. Yoan Torres Martínez, recluso de la misma causa, dijo que Cerezo Sirut estaba enfermo, desnutrido, afectado psicológicamente, y que sus alimentos se los estaban comiendo los guardias.
Leandro Cerezo Sirut, quien está aislado en una celda desde hace 14 años, se ha declarado en huelga de hambre en dos ocasiones. Su madre cuenta que no habla con nadie que no sea de su familia, ni con los guardias de la prisión.
Fue condenado a cadena perpetua por haberse alzado en armas en la Unidad Militar de Tanques 1448-1011 “Rescate de Sanguily”, ubicada en la localidad de Managua, Arroyo Naranjo, e intentar secuestrar un avión en el Aeropuerto Internacional José Martí con el objetivo de abandonar el país.
En la noche del 27 de abril de 2007 Leandro Cerezo y tres compañeros más (Yoan Torres, Alain Forbes y Karel Rubio) se alzaron en armas. A dos de ellos los cogieron inmediatamente y contaron todo.
"Leandro salió por una posta, amarró al muchacho de guardia y le quitó el fusil, pero al Yoan salir por la otra el soldado le tiró y él respondió con otro disparo que terminó con su vida”, declaró la madre al citado medio en pormenorizado relato.
Ambos estuvieron escondidos en la propia unidad militar durante siete días, hasta que decidieron salir y retener una guagua que se dirigía al Aeropuerto y en la que iban capitán y un teniente coronel. Entraron al aeropuerto de La Habana y se metieron dentro de un avión. Tras un episodio de película, que acabó con otro militar fallecido, ambos jóvenes fueron arrestados.
La Causa número 37 de 2007, por la que fue sentenciado Leandro Lorenzo Siru, recoge los delitos de Infracciones de las normas relativas al servicio de guardia, Deserción, Salida ilegal del territorio nacional, Robo con violencia en las personas, Asesinato, Actos cometidos con artefacto explosivo o mortífero, agentes químicos o biológicos u otros medios o sustancias, Toma de rehenes, Actos contra la seguridad de la Aviación Civil y los aeropuertos y Lesiones.
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