La Seguridad del Estado rompió los teléfonos móviles de activistas cubanas detenidas en La Habana cuando caminaban por la calle Obispo, entre ellas estaba la reportera de CiberCuba Iliana Hernández.
"Se cargaron mi teléfono" dijo Hernández tras ser liberada en la noche del jueves y aseguró que una vez el equipo estuviera sin energía no podría usarlo más porque se lo habían roto. Uno de los elementos dañados fue el micrófono para evitar que pueda grabar audios.
La reportera denunció que fue multada según los agentes de la Seguridad, por "escándalo público". Narró que iban paseando (ella con un grupo de amigos) cuando les paro un policía. Al reclamar las razones del por qué tenían que acompañarlo, agentes llamaron a las patrullas y los detuvieron. El mensaje está acompañado de fotos de la multa y se puede ver el daño al cargador del teléfono de Hernández.
También la activista conocida como Thais, denunció en su perfil de Facebook que los agentes de la Seguridad del Estado dañaron su teléfono móvil.
"Ya estoy en casa. Algo le hicieron a mi teléfono que no puedo ni escuchar los audios. Quiero que sepan que esto es Patria y Vida. Libertad para mi pueblo. Nos vamos a hacer la última cola de la libertad por Cuba libre de Comunismo", dijo Thais en su cuenta en la red social.
La activista intentó hacer una transmisión en directo y tampoco le fue posible pues el audio del equipo no funcionaba. "Algo le hicieron a mi teléfono", insistió Thais.
Hace solo unas horas la activista compartió un nuevo mensaje en el que se disculpó con sus seguidores por no poder hacer la directa contando los detalles de la detención
"... quiero decirles que mi teléfono me lo dejaron en muy mal estado, trataré lo posible de ver cómo puedo publicar y denunciar todo", dijo Thais.
Este jueves mientras Thais e Iliana caminaban con unos amigos por la calle Obispo, un oficial les pidió los documentos de identidad. Todo el proceso de la detención arbitraria pudo verse en una transmisión en directo que hizo la reportera de CiberCuba.
La calle estaba llena transeúntes, pero fue justo a ellos, que iban vestidos de blanco haciéndose fotos, a quienes le pidieron los documentos de identidad. Pese a la cantidad de personas en la transitada vía, las activistas y sus acompañantes fueron apresados y conducidos a la estación policial del municipio Cerro, sin explicaciones.
En medio de la detención, una mujer que iba por la calle comenzó a gritar consignas como "Viva la revolución", "Viva Fidel", "Viva Raúl", a lo que los detenidos respondieron con "Patria y Vida".
Estando en la patrulla policial Thais consiguió hacer una directa en la que informó hacia dónde los conducían. Fue la última vez que pudo usar su teléfono correctamente para denunciar la represión en Cuba.
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