José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), y su esposa, la doctora Nelva Ismarays Ortega, regalaron uno de sus dos sillones a un miembro enfermo de la organización opositora.
"Siempre digo a mi familia: "Nunca ambicionen bienes materiales. Solo tengan lo estrictamente necesario para la vida. Solo esfuércense en crear y producir para ayudar a los demás. Nada de lujos y comodidades. No son necesarios para SER". Agradezco a mi esposa su desprendimiento", dijo Ferrer.
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Los activistas regalaron uno de sus sillones a un miembro de UNPACU que padece una insuficiencia renal crónica.
Según la esposa del enfermo, también miembro de UNPACU, le faltan las necesidades básicas para tratar la enfermedad, como sondas, antibióticos, y sobre todo la disponibilidad de una cama para ingresar en el Hospital Clínico Quirúrgico Juan Bruno Zayas de Santiago de Cuba, donde lo han operado 8 veces.
Este sábado, luego de intentar reponerse gradualmente de la huelga de hambre de 21 días, Ferrer aseguró que la organización retomaba sus labores a favor de la libertad y la ayuda humanitaria que realiza en el barrio de Altamira.
"Los esbirros de la policía política se retiraron ayer [viernes] de las esquinas y UNPACU retoma sus labores a favor del pueblo y por Patria y Vida", sostuvo. "La lucha de UNPACU es hasta que Cuba decida su presente y su futuro".
Los activistas se habían declarado en huelga de hambre con el fin de denunciar la represión y el acoso policial que sufren, y que les impide realizar su labor social de atender a personas vulnerables en Santiago de Cuba.
"Para reprimir y vigilar la tiranía sí tiene recursos abundantes. Para garantizar alimentos y medicinas al pueblo no hay recursos... y luego culpan a lo que ellos llaman "Bloqueo". Si EE.UU. le aplica a la tiranía el BLOQUEO que la tiranía aplica a UNPACU, la tiranía colapsa en un mes", dijo Ferrer.
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