En la tradición cubana a las tres de la tarde se le conoce como “la hora en que mataron a Lola”. Sin embargo, pocas personas cuentan la historia de este hecho que, aunque suele levantar risas por ser un tema coloquial, tiene de trasfondo un feminicidio.
Existen varias versiones del caso de la muerte de Lola en Cuba. Algunos investigadores aseguran que es una leyenda, en cambio otros sustentan que está basada en una historia real. Ambas posturas coinciden en que el asesinato se produjo en la primera mitad del siglo XX y que la víctima era una prostituta cubana.
Quién era Lola y por qué se hizo tan famosa
Lola es el hipocorístico de Dolores o Manuela, es decir, el apelativo cariñoso y familiar que se usa para suplantar estos nombres, que por demás son muy comunes en Cuba, en España y en Latinoamérica.
Este dato implica que, después de muchas décadas con reportes de defunciones de mujeres con nombres similares, cueste identificar cuánto hay de leyenda y cuánto de verdad en la historia de la muerte de Lola.
Una de las versiones más documentadas indica que su nombre real era Dolores Oropesa y que fue una joven y bella prostituta habanera. Murió un día indefinido, a las tres de la tarde, a manos de un cliente celoso que no soportó verla en los brazos de otro hombre.
Hay una segunda versión de esta historia que tampoco tiene “final feliz”. Algunas personas en La Habana sospechan que en realidad Lola murió a manos de su esposo cuando éste, un día a las tres de la tarde, la descubrió siéndole infiel.
Lola, la canción que cuenta su historia
A pesar de todas las historias contadas, el origen de todo parece estar en un bolero-son titulado Lola, estrenado en Nueva York el 27 de noviembre de 1935, a la firma del puertorriqueño Rafael Hernández.
La canción fue interpretada por importantes músicos cubanos de su época, entre los que se encuentra María Teresa Vera quien lo puso de moda en la radio cubana en 1948 y Antonio Machín.
"Eran las tres de la tarde cuando mataron a Lola… y dicen los que la vieron que agonizando decía: Yo quiero ver a ese hombre que me ha quitado la vida, yo quiero verlo y besarlo para morirme tranquila", es parte de la letra del famoso bolero son.
Los musicólogos no han podido precisar si esta canción está inspirada en un hecho real. Tampoco si el supuesto crimen ocurrió en la tierra natal del compositor, o en Cuba donde vivió por algún tiempo. No puede descartarse que la protagonista fuera de México o incluso de Nueva York, donde Rafael Hernández radicó por varios años y fue estrenado el tema musical.
El caso podría haber sido una crónica roja intrascendente en cualquier periódico del país, o un bolero más, pero caló profundo en el imaginario popular cubano porque involucra a un personaje célebre de la historia, la política y la cultura nacional, el presidente Ramón Grau San Martín (1944-1948).
¿Qué tuvo que ver Grau con Lola?
Nada, presuntamente, pero fue a este presidente cubano a quién se le atribuye haber pronunciado por primera vez la frase: "¡Coño, son las tres de la tarde, la hora en que mataron a Lola!".
Algunas fuentes aseguran que el presidente hizo el chiste al finalizar un mitin político, en el que había gran concurrencia. En el siglo XXI el comentario de Grau se consideraría machista, pero en una sociedad patriarcal como la cubana levantó risas por doquier y se acuñó como una hora para “matar canallas”.
Desde entonces se asocia también la muerte de Lola a posturas eróticas, como estar en cuatro puntos de apoyo, o doblado con las manos en la rodilla. Enseguida que un cubano ve a otro en esa posición le alerta: “¡Oye, cuidado que así mataron a Lola!”.
Las anécdotas de feminicidios enmascarados como crímenes pasionales en Cuba persisten hasta la actualidad. Varias instituciones no gubernamentales y feministas, luchan por visibilizarlos y por cambiar las conductas machistas de la sociedad.
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