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“Cristinito Hernández”, personaje interpretado por el humorista cubano Alexis Valdés, opinó sobre la reciente celebración del VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), y recomendó que hay que arreglar el “partido” o mejor aún, buscar uno “fresquito, nuevecito”.
En lo que respecta al Comunismo, aconsejó que quede como una “película”, pero que en ningún caso se viva como experiencia propia porque puede durar “62 mil milenios y eso es mucho”.
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“Lo que les salió fue un libro de cuento que como libro está bien, tú lo lees, te ríes, está cómico, incluso como una película… tú lo pones en el ‘cisne (sic)’ y tú vas ahí y tú ves la gente haciendo cola, sudando sufriendo, que no hay leche, que no hay pollo y te entretienes como si fuera una telenovela de terror”, ironizó el personaje sobre el origen de la doctrina comunista y su práctica en Cuba, marcada por el sufrimiento cotidiano.
Para Cristinito las cosas no empezaron bien con el comunismo teniendo en cuenta que fue inventado por “Carlos Mal” y “Federico Eñe”, “uno que está mal y el otro que está caducado”, en referencia a la letra eñe, que no se usa en varios idiomas.
El comunismo “déjalo en película y uno la va a ver y se ríe y goza, ¡ah qué cómico!, pero el sufrimiento está en la pantalla, a ti no te afecta personalmente esa película”, insistió.
“Si ese partido lo pegan, lo arreglan, o buscan o compran uno nuevo, uno fresquito y el comunismo lo dejan en la película, a lo mejor va y me gusta”, concluyó el simpático personaje.
El pasado lunes Miguel Díaz-Canel reemplazó a Raúl Castro como primer secretario del Partido Comunista de Cuba. En su discurso de clausura al VIII Congreso del PCC, el gobernante tiró del marcado continuismo, que ha sido su seña de identidad política.
Indicó además, que a pesar de su salida del cargo, Raúl será consultado "sobre las decisiones estratégicas de mayor peso para el destino de la nación cubana".
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