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Del viernes a la fecha, tres amigos me escribieron con una preocupación recurrente. Su inquietud no tenía que ver con el avance del coronavirus en Cuba, la desaparición del ganado vacuno o el precio inverosímil de la papa en el mercado negro. Nada de eso. A ellos les preocupaba la lenta arrancada de José Dariel Abreu en la campaña 2021 de Ligas Mayores.
A todos les respondí lo mismo: tiempo al tiempo. Con 34 años, una salud de hierro y acabado de hacerse con el MVP, todavía no ha llegado el comienzo del declive para el ‘79’ de los Medias Blancas. Lo que pasa es que abril no es su mes. Nunca lo ha sido.
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Como reza en el titular, a Pito no se le dan bien las primaveras, pero en cambio revienta la Rawlings en verano. Preste mucha atención a lo que sigue...
De 2014 a la fecha, abril ha sido el mes de peor average histórico del cienfueguero (.260), y también el segundo más bajo en materia de OBP (.331) y slugging (.484). Además, es el período en que más veces se poncha y conecta para doble play.
Pero el cambio de estación le sienta maravillosamente. Tanto, que agosto ha sido el mes de sus estadísticas más altas en indicadores clave como anotadas, hits, jonrones, impulsadas, average, porcentaje de embasado y slugging. ¿Y sabe cuál es su segundo mes más productivo? Pues septiembre. Justo el último del largo calendario regular de MLB.
La conclusión es obvia: lejos de ralentizar el swing de Pito, el avance de la temporada saca su versión top a la ofensiva. So, más vale no apurarse con el hombre. Por poner un ejemplo elocuente, en 2016 ya vivió un abril fatídico (slash line de .229/.303/.354 con tres cuadrangulares y 13 remolques), y después cerró el curso con .293/.353/.468, 25 jonrones y un centenar de empujadas.
Para que pueda verlo con sus ojos, le dejo un resumen de toda su carrera en el primer mes de cada campaña, exceptuando la anterior (entonces el campeonato se inició en pleno verano).
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