La Seguridad del Estado mantiene una estrecha vigilancia en el Hospital Universitario "Calixto García" y los alrededores tras el ingreso en la madrugada del 2 de mayo del activista Luis Manuel Otero Alcántara en ese centro hospitalario.
El domingo había policías, boinas rojas y agentes vestidos de civil situados en varios puntos estratégicos de los alrededores del hospital, así como varias patrullas y vehículos de Guardia Operativa, según revelan imágenes difundidas por Cubanet.
La vigilancia no se circunscribe solo a la entrada del hospital, sino que se extiende a alrededores de la Facultad de Física- y del Estadio Universitario “Juan Abrantes”.
En el interior del estadio incluso pueden verse estacionados tres camiones de la policía, a lo que se suma la presencia de varios agentes de la policía política apostados en la entrada del recinto deportivo universitario.
El citado medio argumenta que, dado “el movimiento de efectivos en la zona, todo indica que el Estadio Universitario Juan Abrantes opera como puesto de control de los militares”.
Luis Manuel Otero fue desalojado sobre las cinco de la madrugada del domingo de su casa, donde se encontraba huelga de hambre y sed desde el 25 de abril para reclamar el cese del asedio policial en su contra y la devolución de sus obras artísticas.
El ingreso hospitalario del activista en el Calixto García se produjo en circunstancias poco transparentes y en general el manejo de la situación ha estado plagado de inconsistencias y contradicciones.
La Dirección Provincial de Salud de La Habana informó en una nota oficial que Luis Manuel Otero fue ingresado en el citado hospital sin precisar si su arribo fue voluntario o forzado. La nota indica que llegó a la instalación de salud “con un diagnóstico de inanición voluntaria referida" y "en estado consciente, y deambulando sin dificultad”. El texto precisó que Otero no presentaba signos de deterioro ni de desnutrición y que sus parámetros clínicos y bioquímicos eran normales.
Imágenes difundidas por fuentes oficialistas mostraron la entrada de Luis Manuel Otero en el centro hospitalario, asistido por un supuesto profesional de la salud. Hasta el momento, los reportes del ingreso de Otero son confusos sobre su estado de salud y pretenden desmentir que llevase más de una semana en huelga de hambre y sed.
En las últimas horas, numerosas figuras internacionales exigen mayor claridad sobre el estado de Otero. El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, mostró su solidaridad con el activista cubano y pidió que se respeten sus derechos.
La vicepresidenta del Parlamento Europeo, Dita Charanzová, dijo estar “muy preocupada” por la salud del artista, cuyo “estado real”, en su opinión, aún no se conoce tras las informaciones difundidas por medios oficialistas en Cuba.
A pesar de que según las fuentes oficiales el activista está bien, lo mantienen aislado en la sala "Rubén Batista" del Hospital Calixto García.
El Movimiento San Isidro (MSI), por su parte, exigió al gobierno que “otorgue evidencias claras de la integridad física” de Otero. El rapero y activista cubano, Maykel Osorbo, advirtió a la Seguridad del Estado de que si le pasa algo a Luis Manuel Otero el pueblo va a salir a protestar para la calle.
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