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La policía política cubana detuvo este miércoles a la historiadora del arte y activista Carolina Barrero bajo acusaciones de un presunto delito de “alteración del orden”, cuando se dirigía a la estación policial de San Miguel del Padrón a exigir la liberación de los manifestantes de la calle Obispo en la Habana Vieja.
“Carolina Barrero fue detenida hoy aproximadamente a las 6: 00 a.m. fuera de su casa. Ya desde la medianoche había posteado su disposición de salir en solidaridad con los manifestantes de Obispo y por Luis (Otero Alcántara)”, posteó la activista Anamely Ramos.
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“A la medianoche salgo, que no me regresen hasta que no devuelvan a los manifestantes del 30 de abril, a los presos políticos. No quiero que nadie pida por mí. El que quiera hacerlo que pida por ellos, por cada uno de los presos de conciencia que mantiene el régimen como presos comunes. Me entrego con plena conciencia de mis actos y con las manos en alto”, había publicado Barrero el martes.
Según publicaciones en redes sociales, el primer Teniente “Lino” fue quien denunció a la joven por el supuesto delito.
“Recordamos que Carolina ha sido sometida a un encarcelamiento domiciliario por más de un mes, incluso usando el tema del COVID como pretexto e imponiéndole a ella restricciones adicionales al resto de los vecinos. También ha sido detenida de manera violenta por querer ir a ver a Luis Manuel y ofendida y amenazada en reiteradas ocasiones”, señaló Ramos.
El fin de semana, la activista sufrió violencia física y verbal al ser arrestada por agentes de la policía política para impedir que llegara a la vivienda del artista Luis Manuel Otero Alcántara, quien cumplía entonces seis días en huelga de hambre y sed. Barrero mostró las señas de violencia física en su cuerpo.
“Como ella misma contó, pasó primero con la instructora penal Kenia Morales que quiso procesarla por el absurdo de clandestinidad de impresos, pero desistieron. Luego, subieron la parada de violencia al llevarla ante el instructor penal Vladimir, que acompañado del agente Darío, se ensañó en su persona y llegaó a amenazarla en su integridad física y a pronosticarle carcel a través de varias causas que podían usar para incriminarla”, recordó Anamely Ramos.
“Carolina salía a la calle con la convicción de no regresar hasta que los manifestantes de Obispo fueran puestos en libertad. Pero el Estado Cubano se empeña en recrudecer la represión y en mostrar el peor rostro de la irracionalidad”, agregó.
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