El gobierno cubano condenó a dos años de prisión al activista Delvis Sardiñas, quien en enero último intentara hablar con el mandatario Miguel Díaz-Canel durante una visita de este a la provincia de Villa Clara.
Sardiñas permanecía encarcelado en esa provincia desde el pasado 25 de enero, luego de intentar hablar al gobernante cubano cuando este pasara por la puerta de su casa en la Comunidad Agrícola “Julián Grimau”, localizada en el Valle del Yabú, durante una visita de trabajo a la Empresa Agrícola de ese territorio, en Santa Clara, indicó el portal de noticias Cubanet.
De acuerdo con ese medio, la intención del activista del opositor Foro Antitotalitario Unido (FANTU) era explicarle al mandatario cómo tener mejores rendimientos agrícolas, e “intercambiar respecto a las condiciones y necesidades de los trabajadores de la agricultura y los precios de sus productos a ser comprados por empresas estatales”.
Finalmente el 3 de mayo, tras un juicio oral celebrado en la Sala de Delitos contra la Seguridad del Estado de la provincia, Sardiñas Mora fue condenado a dos años de privación de libertad por el delito de "Peligrosidad Social Predelictiva", detalló la fuente.
Un comunicado de FANTU señaló que Sardiñas fue trasladado “hacia la Prisión Provincial La Pendiente”.
Sus familiares no han tenido contacto con el activista en los últimos meses, ni fueron informados de la fecha del juicio. Las autoridades se escudaron en que las visitas a los centros penitenciarios cubanos están suspendidas hace más de un año por el coronavirus.
De acuerdo con Cubanet, su esposa, Yoleisni Mariño Calzada, supo de la sentencia un día después de celebrado el juicio, cuando se personó en la prisión para dejarle algunos alimentos.
La información relativa al proceso se conoció gracias a gestiones realizadas por el Consejo Nacional del FANTU, que consideró que la acusación y la condena se llevaron a cabo sin que el acusado haya cometido delito alguno.
En sus informes mensuales sobre los presos políticos en Cuba, la ONG Prisoners Defenders señala que más de 11 mil civiles cubanos están cumpliendo condenas de entre 1 y 4 años de prisión por Peligrosidad Social Predelictiva.
Como Sardiñas, decenas de cubanos están siendo procesados actualmente por delitos similares como desacato, desorden público, o incitación a la violencia, figuras penales detrás de las cuales se escuda el régimen para castigar a activistas y opositores en la isla.
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