Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en Estados Unidos (CDC) emitieron nuevas instrucciones anticoronavirus para los “viajes simulados” de cruceros con voluntarios mayores de 18 años antes de que en julio próximo se retome esa actividad turística.
Tras dar luz verde para el verano a la industria de cruceros, con la condición de que al menos 98% de los trabajadores y 95% de los pasajeros estén vacunados contra el virus antes de zarpar, los CDC admitieron ahora la posibilidad de realizar antes viajes de prueba con voluntarios
En tales viajes, al menos un 10 por ciento de la capacidad de la nave debe ocuparse por personas mayores de 18 años —que no presentarán certificado de vacunación— dispuestas a realizarse tests de COVID-19 antes, durante y después de la excursión marítima.
Dichos pasajeros deberán hacer constar que no se incluyen en grupos de mayor riesgo y aceptar que se compartan los resultados de sus pruebas con las autoridades sanitarias.
Según el protocolo publicado por los CDC, las embarcaciones deberán interrumpir de inmediato la ruta si se comprueba que el 1.5 % de los viajeros o el 1.0% de los tripulantes y trabajadores de servicio han contraído la enfermedad.
En cualquier caso, todos los cruceros, en viaje de pruebas o con pasajeros ya vacunados, tendrán que ajustarse a las medidas de los CDC acerca de la distancia social, el uso de mascarillas y la realización de exámenes al dejar y al regresar a tierra firme.
Si se trata de vacunados tomarán tests rápidos.
A partir de julio, los cruceros estadounidenses podrán tocar tierra durante su ruta en puertos nacionales e internacionales, siempre que se respeten las normas sanitarias vigentes.
Las noticias recientes sobre la reactivación de la industria de los crucero, tras más de un año en “dique seco” a causa de las restricciones por la pandemia, resulta una gran noticia para estados como la Florida.
A inicios de abril, el gobernador floridano Ron DeSantis presentó una demanda contra el gobierno federal ,y los CDC en particular, para que se permitiera la navegación de cruceros inmediatamente, aun en plena pandemia.
En una rueda de prensa en PortMiami, DeSantis y su equipo acusaron de “extralimitación” federal el congelamiento indefinido de una industria que da trabajo a decenas de miles de personas en Florida y que constituye un motor económico para el estado de unos nueve mil millones de dólares.
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