El gobierno cubano anunció que reducirá hasta en un 30 por ciento la oferta diaria de pan liberado en La Habana, donde este producto es un alimento básico.
Según el coordinador de Objetivos y Programas del Gobierno de La Habana, Julio Martínez Roque, la reducción comenzará a aplicarse desde este mismo lunes 10 de mayo y posiblemente se extenderá hasta julio.
La situación obedece a "las afectaciones en la disponibilidad de harina de trigo", informó el semanario Tribuna de La Habana.
En la red gastronómica y los organismos estatales también se reducirá la entrega de pan hasta en un 50 por ciento, y se afectará la producción y comercialización de galletas saladas y dulces, comentó el funcionario.
No obstante, aseguró que el pan que se vende por la libreta se continuará ofertando, y se garantizará aquel destinado a los sectores de la Salud, la Educación, y otros que se consideran priorizados.
Martínez Roque afirmó que este problema se debe al déficit de harina en el país, lo cual ha limitado la cuota asignada a La Habana.
Al respecto, la jefa del Departamento Técnico-Productivo de la Cadena Cubana del Pan, Yoanka Gámez Poronda, dijo que la presentación del pan también se verá afectada pues "a raíz de esas limitaciones se sustituirá un 20 por ciento de la harina de trigo con que se confeccionan los panes por harina de maíz, lo cual incidirá en la textura de la corteza".
No obstante, la funcionaria aseguró que esta modificación no influirá ni "en el sabor ni la calidad del producto".
La escasez de pan supone un gran problema para la población cubana, sin fácil acceso a otro tipo de alimentos y en medio de un profundo desabastecimiento de comida en los mercados.
La crisis del pan ya era evidente desde hacía algunas semanas y el régimen había achacado el problema a las dificultades de la isla para importar harina de trigo desde Canadá o Rusia. También había culpado a las restricciones de Washington contra el gobierno cubano y la crisis generada por la pandemia del coronavirus.
Lo cierto es que las colas para adquirir pan comenzaron a ser interminables desde marzo. El fotorreportero Pedro Luis García reportó entonces que estuvo dos horas en una cola para adquirir el alimento en la panadería de Línea y 12 en el barrio habanero de El Vedado.
También se supo que la Empresa Cubana del Pan en Pinar del Río vende a la población un pan cuya masa está elaborada a partir de un alto porcentaje de pulpa de calabaza.
Aunque el pan es un alimento básico en la dieta de los residentes de la isla, en marzo el propio gobierno reconoció en la televisión nacional que los cubanos llevan más de 30 años comiendo panes malos, con bajo peso, sabor agrio y escasa cocción.
Algunos cubanos han declarado que el problema del pan es de primer orden en el país, "pues es el desayuno, merienda y hasta almuerzo de algunos y es una falta de respeto lo que tienen en las panaderías, la mayor responsabilidad no es de materia prima, es un problema de conciencia y lucro desde los panaderos hasta la administración, todos participan a costa del pueblo", denunciaron.
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