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Estados Unidos autorizó este lunes el uso de la vacuna de Pfizer y BioNTech contra la COVID-19 para niños mayores de 12 años.
De esta forma, el país amplía el uso del medicamento que solo había estado disponible para mayores de 16 años bajo una autorización de uso de emergencia, en un momento en que el proceso de vacunación se ha ralentizado significativamente.
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La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) informó que estaba modificando la autorización de uso de emergencia para incluir a millones de niños de 12 a 15 años, lo cual servirá de estímulo al proceso de inoculación.
La vacuna de Pfizer es la primera autorizada en Estados Unidos para este grupo de edad. Con la inmunización de este segmento etario se avanza considerablemente en el camino hacia la normalidad, garantizando un regreso seguro de los niños a las escuelas.
En este sentido, el presidente Joe Biden ha pedido a los estados que pongan la vacuna a disposición de los adolescentes más jóvenes de inmediato.
“La acción de hoy permite que una población más joven esté protegida del COVID-19, acercándonos a regresar a un sentido de normalidad y a poner fin a la pandemia”, dijo la comisionada interina de la FDA, la Dra. Janet Woodcock, en un comunicado.
“Los padres y tutores pueden estar seguros de que la agencia llevó a cabo una revisión rigurosa y exhaustiva de todos los datos disponibles, como lo hemos hecho con todas nuestras autorizaciones de uso de emergencia de la vacuna COVID-19”, aseguró.
A pesar de que la mayoría de los niños contagiados de coronavirus solo desarrollan síntomas leves o ningún síntoma, no están exentos de riesgo de enfermarse gravemente y pueden transmitir el virus. Eventos deportivos y otras actividades para niños de este rango de edad han sido asociados a brotes de la enfermedad.
“Escuché a pediatras y a personas de la comunidad decir ‘¡qué bendición va a ser esto para la población adolescente que ha sido restringida en términos de actividades deportivas, clubes de teatro y otro tipo de cosas en que naturalmente queremos que participen’”, dijo el Dr. William Gruber, uno de los principales científicos en vacunas de Pfizer.
No obstante, a muchos funcionarios de salud les preocupa que las dudas de los adultos en relación con las vacunas sean aún más pronunciadas cuando se trate de sus hijos. A pesar de los mensajes sobre la importancia de las vacunas para poner fin a la pandemia, las autoridades temen que los padres cuestionen los beneficios frente a los riesgos.
En marzo los fabricantes avanzaron resultados de investigación que avalaban la vacuna como segura y efectiva en niños de 12 a 15 años, tras realizar un ensayo clínico. Sin embargo, dadas las incógnitas sobre el impacto a largo plazo de las vacunas en el desarrollo de los niños, los padres podrían mostrar reservas a la hora de inmunizarlos, más allá de que los niños constituyen el grupo etario menos afectado por el coronavirus.
En el ensayo de 2.260 adolescentes de 12 a 15 años, hubo 18 casos de COVID-19 en el grupo que recibió un placebo y ninguno entre los que recibieron la vacuna real, lo que resultó en una eficacia del 100% en la prevención de la enfermedad, dijeron las compañías en el tiempo.
Casi el 46% de las personas en Estados Unidos habían recibido al menos una dosis de la vacuna COVID-19 hasta el domingo, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
La de Pfizer es la única vacuna autorizada para jóvenes de 16 y 17 años en Estados Unidos. Casi 2 millones de personas en ese grupo de edad han recibido al menos una inyección, según datos de los CDC. Una vacunación masiva de los niños permitiría que las escuelas del país relajen sus medidas de prevención.
Pfizer ha dicho que espera tener datos de seguridad y eficacia para niños de 2 a 11 años en septiembre, cuando planea solicitar una mayor expansión de la vacuna para ese grupo de edad.
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