El oficialismo cubano asegura que están creadas todas las condiciones para empezar a vacunar este miércoles con el prototipo Abdala en los municipios de Habana del Este, Regla, Guanabacoa y San Miguel del Padrón.
A partir de este 25 de mayo, el proceso de inmunización se extenderá a Cotorro, Arroyo Naranjo y Boyeros. En este último, se registra una elevada incidencia y amplia dispersión de casos positivos en coronavirus, especialmente en Capdevila.
Sobre los preparativos para la vacunación, el diario Tribuna de La Habana afirma, incluso, que está todo controlado y disponen de "una cadena de frío óptima" para la conservación de los bulbos de Abdala, sin aclarar si han enviado refrigeradores nuevos a los consultorios y policlínicos o qué se debe hacer en caso de que haya algún corte de la electricidad.
Además, dicen que tienen garantizada la gasolina para llevar las dosis de un sitio a otro y la comida para todos los alumnos y profesionales que participarán en el proceso, sin aportar datos de cuántos litros de combustible se destinarán a esta tarea o qué tipo de alimentación se ofrecerá.
La propaganda estatal recalca también que disponen de todo el material sanitario necesario para inyectar y para poner a los pacientes en observación antes y después de recibir la vacuna sin ofrecer datos que apunten a una compra extraordinaria de jeringuillas desechables o sin abordar si apelarán a la esterilización de las ya existentes.
Asimismo, insisten en que los consultorios médicos cumplen con todos los requerimientos higiénicos y de personal (4.254 estudiantes de Medicina) para proceder a la vacunación con Abdala, que aún no ha pasado la Fase III, pero no ofrecen cifras de inspecciones previas que avalen esta afirmación.
Todos estos preparativos medidos al milímetro que promociona Tribuna contrastan con la avalancha de denuncias en redes sociales de negligencias médicas que están destruyendo familias en Cuba; quejas sobre la escasez de combustible para ambulancias; falta de medicamentos para atender, por ejemplo, brotes de sarna, o el lamentable estado de los centros de aislamiento a los que no acuden cuadros del Partido Comunista o miembros del Gobierno, considerados personas VIP.
Justo este martes circularon en redes sociales imágenes de un centro de aislamiento de coronavirus en Arroyo Naranjo. Se trata de un establecimiento que, según el Ministerio de Salud Pública de Cuba, es apto para acoger a viajeros pero que por su falta de higiene estaría clausurado en un país desarrollado.
Reacciones adversas
Por otro lado, la prensa financiada por el PCC aprovecha el anuncio de la puesta a punto de la logística para la vacunación masiva con Abdala para vender la seguridad de un candidato vacunal, que aún está en pruebas.
La versión oficial defiende que "han sido muy pocas las reacciones adversas (del candidato Abdala), limitándose a ligeras inflamaciones en el área donde se aplicó la inyección o síntomas de hipertensión moderada". Sin embargo, no aportan números que respalden esta afirmación.
Paralelamente obvian el dato de cuántas dosis de placebo se inocularán en este proceso ni qué pasará con los pacientes a los que no les toque la vacuna y piensen que ya están inmunizados. Tampoco mencionan que la participación en el proceso es voluntaria.
Otro punto controvertido es el de las estadísticas de la vacunación en Fase III de Abdala, que según la prensa oficialista no la llevarán a cabo profesionales con experiencia, sino alumnos de la Universidad de La Habana y la Cujae.
Cinco candidatos vacunales
Cuba afirma que ha desarrollado cinco candidatos vacunales (Soberana 01, Soberana 02, Soberana Plus, Abdala y Mambisa). De ellas, sólo dos están en Fase III (Soberana 02 y Abdala).
Hasta el momento, ninguno de esos prototipos de vacunas ha conseguido pasar la Fase III, el último paso, en la actual situación de emergencia, para que se pueda proceder, con seguridad, a la vacunación masiva de la población.
Aún así, las autoridades sanitarias cubanas esperan vacunar con Soberana 02 y Abdala a 1,6 millones de personas en La Habana entre los meses de abril y mayo.
Al científico cubano Eduardo López-Collazo, director del centro de investigación sanitaria IdiPaz, de Madrid, le parece que Cuba juega a la ruleta rusa por rechazar donaciones del fondo solidario de vacunas Covax, debido a su excesiva confianza en que sus prototipos funcionarán.
Sobre el peligro de ponerse una vacuna que no ha pasado todas las pruebas requeridas a nivel internacional, el científico aclara que como los candidatos cubanos son vacunas proteicas, lo peor que puede pasar es que no proteja del contagio o que tenga efectos secundarios, descartando así consecuencias severas.
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