Una joven madre cubana, con un bebé, denunció que las autoridades de la provincia Camagüey no le ofrecen apoyo para arreglar su vivienda y teme que la casa se caiga con ella y el niño dentro.
"En varias ocasiones he sentido, cuando hace mucho viento, que las tejas se ponen a tambalearse. Un día se volaron todas y (el viento) me las partió. La situación de la casa es bastante crítica", comentó Yailen Ramos Rodney, en un reportaje a Cubanet.
El piso de la casa es de tierra y las paredes son de tablas. El baño es completamente improvisado y junto a la cocina. La casa es inestable, insegura, no es un espacio saludable para que crezca un bebé.
La situación económica de esta joven es extremadamente precaria y no recibe apoyo de ningún tipo del gobierno cubano. La alimentación le resulta tan difícil de adquirir que indica que en ocasiones come arroz solo.
El padre de su hijo hace trabajos particulares de albañilería y con apoyo de un hermano lograron empezar a construir una habitación, pero el precio de los materiales de construcción es tan alto que no lo pueden terminar.
"Lo único que necesito para mejorar la vida mía y de mi nené es que me ayuden materialmente para poder terminar una fabricación de un cuarto. Pero me falta el cemento, no tengo cemento ni gravilla", comentó la joven.
Esta mujer se ha dirigido al delegado de la circunscripción, al presidente del Poder Popular y a las autoridades de vivienda para plantear su caso pero sus reclamos no han sido escuchados.
Los derrumbes de casas en Cuba son habituales. A finales de abril en La Habana colapsó el balcón de una vivienda y causó serias heridas a su propietario, quien se precipitó al vacío y sobrevivió milagrosamente.
El derrumbe parcial ocurrió en la calle San Lázaro y Aramburu, en el municipio Centro Habana, muy cerca de la Universidad de La Habana.
Muchas madres en Cuba sufren la angustia de no tener cómo restaurar sus viviendas porque el precio de los materiales de construcción son extremadamente altos. Es cada vez más frecuente escuchar noticias de personas que piden apoyo al gobierno y sus demandas son desatendidas.
A inicios de abril otra madre cubana se plantó junto a su hija pequeña con un colchón en mitad de la Calzada del Cerro, en La Habana para visibilizar su caso, tras caerse el techo de su vivienda.
Tras la aplicación de la llamada Tarea Ordenamiento el Gobierno cubano aumentó el precio de 124 productos a la venta en las tiendas de materiales de la construcción. Aseguran que esta medida es “debido al incremento en los costos de producción para las industrias del país”.
Entre esos 124 materiales de la construcción, cuyo precio escapa a las posibilidades reales de compra con un salario, están los bloques de hormigón, las barras de acero y la carpintería galvanizada.
La ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, informó en abril que la subida de los precios se mantendrá y aseguró que el propósito del gobierno es continuar eliminando gradualmente la política de gratuidades y subsidios a los productos, para subsidiar solo a las personas necesitadas.
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