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Legisladores republicanos expulsaron este miércoles a la representante Liz Cheney del liderazgo del partido, dejando de lado a la persona más crítica del expresidente estadounidense Donald Trump, en un intento por preservar la unidad con vistas a recuperar la Cámara de Representantes en las elecciones de medio término de 2022.
Los colegas de la legisladora de Wyoming la despojaron de su puesto mediante voto de voz en una reunión a puertas cerradas la mañana de este miércoles, luego de varias semanas de intensas luchas entre sobre cómo los republicanos deberían hablar de Trump y cuánto hablar de él.
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Cheney se había enfrentado con el líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, y a otros republicanos de alto rango al rechazar agresiva y públicamente las falsas afirmaciones de Trump de que las elecciones de 2020 le habían sido robadas. Era una distracción que el partido no podía permitirse, dijeron sus detractores.
"Estamos unidos detrás de una única misión de recuperar la mayoría y quedó claro por la forma en que ocurrió la votación que el 99% de nuestros miembros están enfocados en eso, así que es hora de seguir adelante", dijo el representante Jim Banks, presidente del conservador Comité de Estudio Republicano.
Cheney no se disculpó después de la votación. Por el contrario, la republicana advirtió que las falsedades de Trump sobre el fraude electoral generalizado provocarán más violencia política y desestabilizarán la democracia de Estados Unidos.
La congresista añadió, además, que su partido debería asegurarse de elegir como líder y próximo candidato a la presidencia a alguien comprometido con la Constitución, algo que no ocurre, en su opinión, en el caso de Trump.
Durante la votación, Cheney recordó a sus colegas republicanos sus credenciales conservadoras. No obstante, se desmarcó de las posturas trumpistas respecto a las elecciones de noviembre de 2020.
"Soy una republicana conservadora, y el más conservador de los principios conservadores es la reverencia por el Estado de Derecho", dijo. "Las elecciones terminaron. Ese es el Estado de Derecho. Ese es nuestro proceso constitucional. Aquellos que se niegan a aceptar los fallos de nuestros tribunales están en guerra con la Constitución".
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