Idalmis López Sarduy, una madre de la provincia de Camagüey, denunció el acoso del gobierno por haber ocupado un local para vivir con sus tres hijos pequeños.
En declaraciones al Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), la mujer dijo que fue amenazada por "gente del gobierno", quienes le dijeron que "ellos no tenían culpa que yo me hubiera dedicado toda la vida a parir nada más".
La joven, quien es trabajadora social desde hace 12 años, contó que su casa se derrumbó con el paso de un ciclón por la provincia, y que con las tablas que pudo recuperar armó una habitación, pero esta se cae a pedazos y teme que le caiga el techo encima.
Hace seis meses ocupó un local de venta al lado de su vivienda que permanecía vacío. Sin embargo, desde entonces es continuamente acosada y amenazada para que abandone el lugar.
"Al ocupar la venduta hace seis meses vinieron ese día las personas del partido y del gobierno y un policía a quererme desalojar de aquí porque si yo tenía mi casa no tenía que estar aquí (...). Me dijeron que el país no tenía culpa de que yo hubiese tenido tantos hijos y que si mi casa se me había caído que me buscara a los padres de mis hijos para que me hicieran la casa", recordó.
Contó que al día siguiente de haberse mudado al local llegó "un hombre diciendo que él era el dueño de esto y me estaba amenazando que si yo no salía de aquí él iba a traer un carro de mercancía y que si la mercancía se le echaba a perder ahí afuera yo iba a tener que pagar".
"Y así lo hizo, trajo un carro de acopio de plátano burro, pero todos los vecinos salieron y no pudo descargar el carro y yo no le abrí la puerta, y tuvieron que irse con el camión de plátanos. Resultó que el hombre era de la Seguridad del Estado, fue lo que me dijo ese día uno que lo conoce", apuntó.
López Sarduy duerme en una cama sin colchón con sus tres hijos, en un local sin condiciones de ningún tipo.
"Aquí no hay agua, no hay piso, no hay nada", afirma, mientras muestra el área donde cocina con leña para tres niños.
"El mayor padece de epilepsia y otras cosas, y yo padezco del corazón. Actualmente los tres tenemos hepatitis", comentó.
Cuba tiene un importante déficit habitacional y el gobierno posterga cada vez más la construcción de nuevas casas para sus pobladores.
El Estado tampoco suele facilitar medios para reparar las casas, ni alternativas de vivienda digna.
La situación de López Sarduy es similar a la que viven miles de madres cubanas. La semana pasada una joven con un bebé, también de Camagüey, denunció que las autoridades de la provincia no le ofrecen apoyo para arreglar su vivienda y teme que se caiga.
"En varias ocasiones he sentido, cuando hace mucho viento, que las tejas se ponen a tambalearse. Un día se volaron todas y (el viento) me las partió. La situación de la casa es bastante crítica", comentó Yailen Ramos Rodney, en declaraciones a Cubanet.
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