La administración de Joe Biden mantuvo a Cuba en la lista de países que no cooperan plenamente en la lucha antiterrorista de Estados Unidos, pero revisa actualmente la designación del gobierno cubano como patrocinador del terrorismo.
El Departamento de Estado prolongó la certificación de Cuba como país no cooperante en los esfuerzos antiterroristas de Washington a nivel global, según una comunicación publicada este martes en el Registro Federal.
La nota firmada por el Secretario de Estado, Antony Blinken, incluye además a Irán, Corea del Norte, Siria y Venezuela, y renueva la certificación de estos países como no cooperantes contra el terrorismo, que fue emitida en mayo de 2020.
"El Departamento determinó y certificó, en virtud de la Sección 40A (a) de la Ley de Control de Exportación de Armas, que cinco países -Irán, Corea del Norte, Siria, Venezuela y Cuba- no cooperan plenamente con los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos", dijo a CiberCuba un portavoz del Departamento de Estado.
De acuerdo con la legislación, a los países que el Congreso certifique como no cooperantes con los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos, se les prohíbe la venta o licencia para la exportación de artículos y servicios de defensa.
La nueva regulación para licencias de exportación de armas entra en vigor el 1 de octubre de 2021. La certificación caduca al cabo de un año si no se renueva, pero la prohibición de ventas de armas y equipos de defensa sigue vigente hasta esa fecha.
La decisión anunciada este martes es otro indicio de la cautela de Washington en la revisión de su política hacia Cuba y confirma que las expectativas creadas por el regreso de la era de deshielo que impulsó la administración de Barack Obama no han fructificado hasta el momento durante el mandato de Biden.
Blinken tenía la opción de retirar a Cuba de esta categoría, evaluando el comportamiento del régimen cubano y sus relaciones de cooperación internacional desde mayo de 2020 a la fecha, pero la estrategia de no mover fichas resulta ilustrativa el momento por el que atraviesan las relaciones entre Washington y La Habana.
La reacción de Cuba fue inmediata, con duras críticas a la administración Biden.
“Sorprende e irrita la calumnia y que aplique la política de Trump y sus 243 medidas de bloqueo", dijo el canciller Bruno Rodríguez-Parrilla en referencia a las sanciones de reforzamiento del embargo de la administración anterior.
Rodríguez-Parrilla consideró que Biden está "dando la espalda a la gran mayoría del pueblo cubano y estadounidense".
"Crece el abismo entre el discurso y la realidad", afirmó el canciller cubano.
El funcionario explicó que al determinar anualmente las naciones que no cooperan en la lucha antiterrorista, el Departamento de Estado realiza "una revisión integral del nivel general de cooperación de un país en los esfuerzos para luchar contra el terrorismo, teniendo en cuenta nuestros objetivos antiterroristas con ese país y una evaluación realista de sus capacidades".
El Departamento de Estado aclaró que esta clasificación es una categoría previa y se realiza con parámetros legales y criterios evaluativos distintos a los que concurren para la designación de "países patrocinadores del terrorismo".
El funcionario señaló que en estos momentos la permanencia de Cuba en la lista negra de naciones patrocinadoras del terrorismo está sometida a una consideración exhaustiva.
"La Administración Biden se ha comprometido a revisar cuidadosamente las decisiones tomadas en la administración anterior, incluida la reciente decisión de designar a Cuba como Estado patrocinador del terrorismo. Esa revisión está en curso", aseveró la fuente.
Los países designados como patrocinadores del terrorismo son Irán, Siria, Corea del Norte y Cuba, sancionada por la administración Trump en enero de 2021.
Barack Obama excluyó a Cuba de esa designación en 2015 como parte de las negociaciones para el deshielo y el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre La Habana y Washington. Anteriormente el Estado cubano permaneció enlistado como patrocinador del terrorismo por 33 años, designado por la administración de Ronald Reagan desde 1982.
Para designar a cualquier país como Estado patrocinador del terrorismo, el Secretario de Estado debe determinar que el gobierno de ese país ha prestado repetidamente apoyo a los actos de terrorismo internacional.
En el caso de Cuba, tanto la certificación como país que no coopera plenamente con la lucha antiterrorista como la designación como Estado patrocinador del terrorismo está fundamentada en el respaldo brindado por La Habana a miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia, y a la protección brindada a prófugos de la justicia estadounidense, como Joanne Chesimard.
Cuba rechazó la solicitud de Colombia de extraditar a 10 líderes del ELN que viven en La Habana después de que el grupo se responsabilizara por el atentado de enero de 2019 contra una academia de policía de Bogotá que mató a 22 personas.
Para remover a una nación de la lista de patrocinadores del terrorismo, regularmente el Presidente de Estados Unidos envía un mensaje al Congreso para certificar que el gobierno de ese país no ha proporcionado ningún apoyo al terrorismo internacional durante el período de seis meses previos, y ha dado garantías de que no apoyará actos de terrorismo internacional en el futuro.
No existe la obligación de notificar al Congreso que el reloj ha empezado a correr en el periodo de seis meses de cambio de comportamiento del gobierno designado. En casos anteriores de exclusión de la lista de un gobierno extranjero, el Secretario de Estado ha publicado un aviso de que la designación está siendo revisada, pero la ley no exige esta notificación previa más allá del requisito de 45 días antes de emitir una decisión de cambio.
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