La periodista independiente Mary Karla Ares, excarcelada el sábado tras 27 días en prisión, explicó este lunes las duras circunstancias de su encierro y aclaró que no abandonará la lucha por una Cuba diferente.
“No me puedo callar la boca, aunque no pueda salir de mi casa, desde aquí no me voy a callar la boca. No sé qué va a pasar conmigo el día del juicio. No sé si me van a poner una multa, no sé si me van a volver meter presa, si voy a seguir en prisión domiciliaria. No sé qué tipo de escarmiento quieren hacer con las demás personas que en algún momento quieran expresarse en Cuba”, dijo la joven, que permanece a la espera de juicio, en una emotiva directa a través de Facebook.
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Ares, que nunca antes había estado detenida, explicó que el día que la iban a soltar le dijeron que la liberaban por ser mujer, porque no tenía antecedentes penales y por su estado de salud, que se vio muy resentido en prisión por una dolencia previa que obligó a la Seguridad del Estado a llevarla a varios hospitales.
La joven también se mostró preocupada por el resto activistas que permanecen en prisión tras la manifestación en Obispo.
“Me hago una pregunta, ¿Thais no es mujer? Tiene tres hijos menores de edad, simplemente lo que hizo fue expresarse”, se quejó la joven, que aprovechó para manifestar profunda admiración por Thais Mailén Franco, de quien dijo que "que tiene mucha fuerza" y "muchísimas ideas”.
Mary Karla Ares, periodista independiente del medio comunitario “Amanecer Habanero” -adscrito al Instituto Cubano de Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP)- explicó que el 30 de abril le asignaron cubrir una manifestación pacífica para apoyar a Luis Manuel Otero, que en esos momentos estaba en huelga de hambre y sed. Sobre lo ocurrido en Obispo dice que “fue todo de la nada” y en buena medida orquestado por la propia Seguridad del Estado.
“De hecho no fuimos nosotros quienes empezamos a gritar, fueron ellos”, precisa, y dice que todo se complicó cuando intentaron llevarse a Esteban, algo que no iban a permitir.
“Ese día fuimos muy maltratados, ese día fuimos golpeados. Ese día nos empujaron. Ese día a Inti lo desmayaron casi en el piso. Le hicieron mucho daño. Todos fuimos muy violentados”, cuenta la joven.
De allí los llevaron a la Cuarta Estación de Policía, en Marianao, donde intentaron que firmaran una acusación de desorden público y resistencia. Luego los llevaron a Playa, a Instrucción Penal, y “ahí empezó todo” porque fue sometida a largas horas de interrogatorio.
“Me sentía muy mal porque estaba en una celda pasando hambre, pasé mucha hambre, mucha. La comida era pésima. Bajé mucho de peso. Tuve serios problemas de salud allá dentro”, explica.
Aunque a sus padres le negaron que pudieran llevarle medicamentos, la Seguridad del Estado no tenía medicinas que darle. Relata que la llevaron a un policlínico donde no había ni una pastilla ni una inyección. Luego la estuvieron llevando tres días seguidos al Hospital Militar donde le inyectaron Tramadol. Siempre la llevaban vestida de presa, como si fuera una delincuente.
La joven explica que le concertaron una cita médica con la doctora que la atiende habitualmente en el Hermanos Ameijeiras y describe lo sucedido de “payasada”. Relata que todo fue una puesta en escena donde la filmaron, se sintió acosada y estaba rodeada todo el tiempo de altos cargos militares.
“Me sentí como si hubiera puesto una bomba al Capitolio o a la Plaza de La Revolución. Fui sometida a coacción, tortura psicológica”, añade.
En los últimos días antes de su liberación estuvo en una celda sola en la Prisión de El Guatao donde le dejaron la luz prendida todo el tiempo y cuando pedía que se la apagaran para poder dormir, le contestaban que no.
“No soy una criminal, no soy una delincuente, simplemente soy una persona que tiene ideas propias, que es nueva prácticamente en esto del periodismo. No soy periodista de universidad pero me gusta escribir y me gusta contarle la verdad a las personas”, concluyó, no sin antes agradecer a todas las personas que en las últimas semanas se han preocupado por ella.
Emitió un agradecimiento especial al Comité de Protección de Periodistas y a sus padres, de quienes dice que nunca dudó.
Mary Karla Ares -que manifestó su voluntad de seguir haciendo periodismo y estudiando- aprovechó para celebrar que Luis Manuel Otero haya sido sacado este mismo lunes del Hospital Calixto García.
Todavía permanecen en prisión cinco de los manifestantes de Obispo, quienes han sido trasladados a prisiones alejadas de la ciudad: Yuisán Cancio Vera, Thais Mailén Franco, Inti Soto Romero, Esteban Rodríguez y Luis Ángel Cuza Alfonso.
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