Pedro Rodríguez es cubano, reside en Tampa (Florida) y su hijo, un joven balsero, lleva nueve días desaparecido en el mar. El muchacho, de 24 años, salió en una lancha junto a otras 17 personas este 23 de mayo por la zona del Mariel.
Desde entonces no se sabe nada de él ni de sus acompañantes. Su padre pide ayuda a cualquier persona que pueda ofrecer información sobre su paradero.
"Es mi único hijo. No tengo noticias de él. ¿Cómo estarán las madres de los balseros desaparecidos?", se preguntó Rodríguez en entrevista concedida este martes a CiberCuba.
Él supo que su hijo se había tirado al mar, con el ánimo de emigrar a Estados Unidos, un día después de que zarpara en una lancha hecha con el motor de un tractor. Por lo que le han dicho, la embarcación parecía segura porque llevaba "estabilizadores".
Rodríguez vive en Estados Unidos desde hace cinco años y estaba a la espera de que le dieran la ciudadanía americana para reclamar a su único hijo, que en Cuba dejó mujer y una niña pequeña.
Sin embargo, nueve días después de zarpar por el Mariel no hay noticias ni de su hijo ni de ninguna de las 17 personas que tenían previsto subir con él a esa lancha.
La ausencia de noticias ha desatado un mar de rumores en Alquízar (provincia de Artemisa), la localidad natal del balsero Pedro Lázaro Rodríguez Rivero, nacido el 14 de mayo de 1996 y que llama la atención por sus grandes ojos verdes.
Unos apuntan a que están detenidos por las autoridades cubanas. Otros a que han sido capturados por los guardacostas de los Estados Unidos. E incluso hay quien cree que están en Bahamas. El caso es que ninguno ha contactado a sus familiares.
El padre del balsero está desesperado porque no tiene forma de conseguir información sobre la suerte que ha corrido su hijo. Por eso ofrece su número de teléfono (+1 813 526 3280) a quien pueda aportarle algún dato que le ayude a encontrarlo.
"Cualquier balsero que tenga noticias de mi hijo, que me llame. Por favor, es mi único hijo. Tiene una niña de 4 meses", dijo desesperado.
En declaraciones a CiberCuba, Rodríguez destacó que le parece injusto que Estados Unidos continúe devolviendo a balseros cubanos que huyen de un país donde "todo está malo y el régimen los persigue", dijo.
Además, señaló el parón de los trámites migratorios en La Habana, como desencadenante de la ola balseros, hijos de emigrantes cubanos residentes en Estados Unidos que no aguantan la separación y la larga espera y se tiran al mar o mueren intentado cruzar la selva o en México, donde están obligados a aguardar la entrevista con las autoridades estadounidenses.
Búsqueda de náufragos
La Guardia Costera de Estados Unidos suspendió el sábado la búsqueda de una decena de balseros que habrían naufragado frente a las costas de Florida.
Las labores de búsqueda se extendieron durante 55 horas sin que en ese tiempo encontraran rastro de los náufragos de una tragedia ocurrida el pasado miércoles 26 de mayo a 16 millas de Key West.
El servicio de Guardacostas de Estados Unidos estima que el número de desaparecidos asciende a 12. Aparte, ocho personas fueron rescatadas vivas en el mar al mediodía del pasado jueves y se recuperaron otros dos cadáveres.
La embarcación habría salido el domingo 23 de mayo de la zona del Mariel y habría dejado a los balseros a la deriva al menos 12 horas. Al parecer, la lancha se hundió.
Los familiares, desesperados, piden a las autoridades de Estados Unidos que revelen la identidad de los sobrevivientes, pero éstas no lo han hecho, apelando a una política de privacidad. En cambio, les recomiendan que acudan a las oficina congresional en su distrito, para recabar información con las autoridades federales.
Pedro Rodríguez ya se puso en contacto con estas oficinas y comprobó que en esa embarcación no viajaba su hijo.
En el caso de los ocho sobrevivientes rescatados, tienen derecho a solicitar asilo en Estados Unidos, alegando "miedo creíble" de ser repatriados a Cuba.
La llegada de balseros cubanos a la Florida se ha disparado en el último año coincidiendo con el agravamiento de la situación de crisis económica que vive la Isla, que en 2020 registró un descenso del 11% de su PIB y que en lo que va de año ha informado de un decrecimiento de la llegada del número de turistas que ronda el 94%.
Durante el presente año fiscal, que comenzó el pasado 1 de octubre, la Guardia Costera ha interceptado en el mar a 298 cubanos, seis veces más en comparación con los 49 que auxilió en 2020.
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