La Asamblea de la Resistencia Cubana (ARC) pidió al Club de París que no financie la represión castrista y recordó a los acreedores que el gobierno destina préstamos internacionales para "financiar su aparato militar-represivo, en vez de atender las necesidades de la población o en infraestructuras necesarias para el desarrollo".
La petición de la ARC está contenida en una carta al presidente del Club de París, Emmanuel Moulin, con motivo de la reciente visita de una delegación gubernamental cubana para ejercer el derecho a la prórroga por un año del pago de dos mil quinientos millones de dólares, más intereses de demora; tras conseguir un acuerdo en 2015, que implicó la condonación de ocho mil quinientos millones, del total de once mil millones adeudados hasta esa fecha.
En 2020, el gobierno cubano solicitó una moratoria de dos años para liquidar pagos atrasados que ascendían a 200 millones, pero el Club de París solo concedió uno, con la opción de renegociar, otro plazo de doce meses.
"El régimen endeuda a Cuba sin que el pueblo lo haya votado en una elecciones libres, por tanto no se trata de una deuda soberana", dijo Orlando Gutiérrez Boronat, Secretario General de la Asamblea de la Resistencia Cubana.
El gobierno despilfarra el patrimonio común de los cubanos sin transparencia alguna, aseguró la ARC en su carta al Club de París, recordando la ilegitimidad de acciones económicas gubernamentales, incluidas las que están sometidas a procesos judiciales.
Recientemente, una familia estadounidense se anotó la primera victoria de una demanda amparada bajo la Ley Helms-Burton, tras llegar a un acuerdo de compensación con la multinacional franco-suiza LafargeHolcim por la utilización de propiedades confiscadas por el gobierno cubano en 1960.
El estado castrista acaba de modernizar su armamento militar, gracias a créditos extendidos por Rusia; compró cientos de automóviles para usarlos como patrullas de la Seguridad del Estado y de la policía, pero hay escasez de ambulancias para socorrer a los cubanos, subrayó la carta.
Edificios de viviendas de las principales ciudades cubanas se están derrumbando constantemente por falta de materiales para su mantenimiento, pero los militares, que controlan el turismo, continúan fabricando enormes hoteles en La Habana, Varadero y Holguín.
"Las facilidades de pago que el Club de París extiende a la dictadura cubana no benefician al pueblo cubano, sino a su dictadura", resaltó la ARC en su carta, que recuerda su petición pionera al presidente Donald Trump de sanciones contra los personeros del aparato militar, que han sido refrendadas por el actual mandatario, Joe Biden.
La juventud cubana está cansada de tanta opresión y miseria y su rechazo al régimen crece por día, y las instituciones y países democráticos pueden y deben ayudar para que Cuba sea una nación democrática y próspera, y el Club de París puede ser un valiosísimo aliado en este empeño, concluye la carta de la Asamblea de la Resistencia Cubana.
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