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El líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer, no usa su aire acondicionado desde que salió de la cárcel en abril de 2020 en solidaridad con los presos políticos.
Ferrer explicó en sus redes sociales que, pese al calor del oriente cubano, no puede disfrutar de lo que sus colegas no pueden tener.
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"En prisión comprendí que no debo disfrutar de lo que los presos políticos y muchos activistas no pueden tener", comentó.
El líder opositor denunció recientemente la situación que sufre el preso político Virgilio Mantilla Arango quien continúa confinado en una celda de castigo y sometido a riguroso hostigamiento.
Ferrer realiza una fuerte labor social desde la sede nacional de UNPACU, en el reparto Altamira de la ciudad de Santiago de Cuba. Entre las acciones que mantienen pese al acoso de la policía cubana, está la entrega de alimentos a miembros de la comunidad y de medicamentos a personas necesitadas.
En abril, él y su esposa, la doctora Nelva Ismarays Ortega, regalaron uno de sus dos sillones a un miembro enfermo de la organización opositora.
"Siempre digo a mi familia: `Nunca ambicionen bienes materiales. Solo tengan lo estrictamente necesario para la vida. Solo esfuércense en crear y producir para ayudar a los demás. Nada de lujos y comodidades. No son necesarios para SER´. Agradezco a mi esposa su desprendimiento", ha dicho Ferrer en sus redes sociales.
El activista ha denunciado en múltiples ocasiones la violencia de la policía política contra las personas que se acercan a su organización en busca de alimentos y de ayuda.
Desde hace meses asegura que oficiales de la Seguridad del Estado detienen y golpean a ancianos y a otros desamparados que van hasta la sede de Altamira en busca de ayuda.
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