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La Eurocopa estuvo a minutos de vivir su mayor sorpresa hasta la fecha cuando Hungría estuvo cerca de aguantar el 0-0 del comienzo frente a la la campeona vigente del torneo, Portugal, que no rompió la paridad hasta el minuto 84 de partido.
Antes del choque, ni siquiera los fanáticos más entusiastas de la escuadra magyar se habrían atrevido a presagiar un período inicial sin goles. Enfrente de su modesta selección estarían Bruno Fernández, Diogo Jota, Bernardo Silva y (hagamos una reverencia, por favor) el legendario CR7, que hoy se convertiría en el primer jugador en disputar cinco fases finales de la Euro.
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Sin embargo, ocurrió, para felicidad de mucha gente en la Puskas Arena. Los húngaros tejieron la mejor telaraña que sabían, Portugal lo intentó de manera infructuosa una y otra vez, y poco a poco los corderos tomaron confianza y tutearon ocasionalmente al lobo. La gran oportunidad la tuvo el propio Cristiano Ronaldo, que solo ante el portero mandó el balón arriba de la meta.
Así, con medio mundo asombrado, arrancó el complementario. Fernando Santos mantuvo el once titular (Joao Félix en la banca), y pasados los minutos el conjunto de casa acabó convenciéndose de que sus fuerzas le alcanzaban. La afición deliraba, y a la hora de juego la pulseada se había puesto de tú a tú.
Pero el fútbol se decantó finalmente por el bando más fuerte. A seis minutos del cierre, Raphael Guerreiro adelantó a los suyos rematando un pase al punto penal, y justo desde ahí Cristiano Ronaldo marcó instantes después el dos a cero, con un cobro de castigo que engañó al portero Gulacsi. Ya en el descuento, con Hungría totalmente desmoralizada, el '7' luso volvería a ver puerta tras una gran jugada colectiva y devino líder goleador histórico de esta clase de citas, con 11 dianas.
En breve debutarán los otros dos equipos del llamado Grupo de la Muerte, Francia y Alemania.
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