El clásico más antiguo del mundo, Inglaterra vs Escocia, se saldó con empate sin goles, en un duelo que no alcanzó a llenar las tremendas expectativas que siempre suscita.
El primer tiempo no le hizo honor a una rivalidad que se remonta a los comienzos del fútbol, por allá por el remoto 1872. Arrancó a todo tren, es verdad, con un cabezazo al poste de John Stones y par de atajadas del portero de los Tres Leones, Jordan Pickford.
Sin embargo, después llegaron más de veinte minutos soporíferos, protagonizados por dos escuadras que parecían haber firmado un pacto de no agresión. El balón iba en ralentí por el césped de Wembley, y la gente desesperaba en las tribunas hasta llegar al abucheo.
Los ingleses salían favoritos y necesitaban responder a la etiqueta ante su público, pero los escoceses requerían un triunfo a toda costa, habida cuenta de que perdieron en su estreno frente a la República Checa. Daba la sensación de que los técnicos iban a revolverlo todo. Pero no.
Al complemento salieron los mismos 22 jugadores del comienzo, y las cosas siguieron igual. Gracias a Dios, a la hora de juego la dinámica subió, mas el gol permanecía ajeno a la pizarra. Southgate le dio entrada a Rashford y el mimado de las gradas, Jack Grealish, y ninguno logró dinamitar el orden.
Así, el contencioso entre unos y otros añadió el vigésimo sexto empate de su historia, con 48 éxitos ingleses y 41 para los de la patria del Scotch Whisky.
Ahora, el grupo D de la Eurocopa 2021 lo encabezan checos e ingleses, con cuatro puntos por bando, al tiempo que escoceses y croatas tienen uno y se enfrentarán en el cierre de la clasificatoria, todavía con esperanzas de supervivencia.
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