Un campesino cubano denunció que el gobierno de la isla le había negado tierras en usufructo que pertenecen al Estado en la provincia de Holguín, a pesar de sus intenciones de aprovecharlas para producir alimentos de los cuales se beneficiaría la población.
En declaraciones al medio independiente CubaNet, Alexander Hidalgo Aguilera lamentó que esto sucediera mientras el país atraviesa una crisis de alimentación bastante seria, agudizada por la pandemia del coronavirus.
Según relató, se trata de unas tierras “llenas de manigua”, abandonadas. “Quiero sembrar comida porque mi familia y yo nos estamos muriendo de hambre. Entonces no quieren darme una patente para trabajar ni tierra”, dijo
Se había presentado ante las autoridades de la localidad de Banes y del Ministerio de Agricultura, entre otras, pero no han aceptado su propuesta. Hidalgo refirió que, desde hace muchos años, se dedicaba a la cría de conejos.
“Quiero venderle carne de conejo al Estado, pero no tengo tierra para sembrar boniato. Las crías no pueden aumentar, porque estoy pasando trabajo, mendigando tierra”, explicó.
Hidalgo contó que tenía dos yeguas para transportar yerba con que alimentar a sus conejos. Una funcionaria amenazó con decomisarle los animales de transporte, asegurando que estos no tenían prioridad. El campesino se vio obligado a vender una de ellas.
“Las yeguas estaban en una propiedad del vecino mío. Entonces me obligó a vender una yegua y ahora me quiere decomisar la otra. Si lo logran, me voy a morir de hambre, porque yo vivo de los conejos: como y vendo su carne.
De acuerdo con el citado medio, recientemente a Hidalgo le impusieron una multa de 100 pesos por tener la yegua en su poder y figurar la misma en una planilla que no le pertenece. “Yo la cuido, la mantengo en buen estado, incluso está parida ahora, y me dicen que me la quieren decomisar”, dijo.
“Yo soy de una familia humilde y lo que quiero es luchar, no robar. Entonces obligan a uno a robar. Y Fidel Castro prometió entregar tierras a todas las personas que quisieran cultivar alimentos”, aseguró.
Hidalgo cree que, tras la muerte de Castro, “no le dan tierra a nadie” ni le ayudan a criar animales. “Hay que producir y sembrar comida porque, si no, nos vamos a morir de hambre”, dijo. El campesino se mostró decepcionado. “No hacen nada por mí”, lamentó.
“Quiero sembrar maíz, frijoles, boniato para los conejos. De lo que yo coseche, le vendo al Estado”, aseguró Hidalgo, quien recalcó que su intención era ganarse el sustento honradamente, pero para eso necesitaría la tierra.
Sin embargo, otros campesinos se han quejado del mal negocio que resulta vender sus cosechas al gobierno, citando las dificultades para cobrar el cheque que este les debe pagar por sus cultivos. Además, han expuesto las malas condiciones de trabajo a las que se someten, sin poder contar siquiera con los medios más elementales, que el gobierno ha decidido vender en las tiendas de Moneda Libremente Convertible.
En medio de la actual carencia alimentaria, el gobierno ha adoptado algunas medidas como autorizar a los productores agropecuarios la venta de carne de ganado menor y mayor, con la condición de que cumplan primero sus compromisos con el Estado.
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