La pianista cubana Tania León, galardonada con el Premio Pulitzer de Música 2021, relata que comenzó en el mundo del arte de forma inesperada y gracias a una abuela que la cuidaba en la isla.
En declaraciones a Radio y Televisión Martí la reconocida compositora, nacida en Cuba en 1943 y radicada en Estados Unidos desde 1967, contó que con apenas cuatro años mostró gran sensibilidad por la música.
Mientras su abuela la cuidaba, le gustaba escuchar la radio, bailar al compás de los ritmos del momento y cantarlos sin alterar los tonos, lo que llamó la atención de la mujer, que decidida a constatar el talento de la nieta la llevó a un conservatorio.
“Comencé en el mundo de la música inesperadamente. Mi abuelita se dio cuenta de que siendo niña, yo tendría cuatro años de edad y me gustaba mucho ir a la radio y cambiar las emisoras y al cambiar las emisoras, si había música, bailaba al compás de la música, cosa que a ella le llamó mucho la atención. También habían oportunidades donde habían cantos y yo repetía los cantos tal y como los escuchaba. (…) Lo repetía en el mismo tono y eso la inspiró mucho a ella y pensó que a mí me gustaba la música y me llevó a un conservatorio”, dijo en una entrevista con el medio.
La pequeña fue llevada al conservatorio Carlos Alfredo Peyrellade en La Habana, pero allí “los maestros dijeron que yo era muy, muy pequeñita y que no sabía leer ni escribir”, por lo que le resultaría casi imposible aprender teoría musical.
Sin embargo, gracias a que su “abuelita era muy insistente”, logró ser admitida.
“Ella persistió, persistió. Yo creo que en el conservatorio se cansaron de la persistencia de mi abuela y entonces dijeron que iban a aprobarme” porque ella se comprometió a enseñarle la Teoría aunque la niña no podía aún leer los libros.
Mientras la abuela colgaba la ropa recién lavada le repasaba las asignaturas, recuerda León. A sus 78 años afirma que estas memorias le han acompañado en las décadas que lleva dedicada a la música y le vinieron a la mente cuando recibió el Pulitzer por su composición 'Stride'.
Comenta que también recibió el apoyo incondicional de su abuelo, quien con apenas cinco años le compró un piano de uso. “Cosa que me llama mucho la atención que tengan ese tipo de visión de respaldar a un niño. Nunca pensé que me comprarían un piano de verdad, con tan poca edad. Pero así sucedió. Y por supuesto se sumaron entonces al proyecto mi madre y mi padre”, explica.
“Nosotros somos o éramos en aquel momento una familia muy pobre y yo estaba muy consciente del sacrificio que mi familia estaba haciendo por los estudios de mi hermano y míos”, dice León.
Dice a Radio Martí que además del plan académico en el conservatorio, sus padres insistieron para que estudiara Contabilidad, un oficio que le sirvió para ganarse la vida al llegar a Nueva York, donde se empleó en una factoría de confecciones de señoras.
Dos años después de su llegada a esa ciudad –en 1969– se convirtió en la primera directora musical del Dance Theater of Harlem, de Arthur Miller.
Agradeció a sus maestros en Cuba, Edmundo López y Alfredo Diez Nieto, quienes la iniciaron en la composición musical. De esa época recuerda que hubo un par de canciones que fueron cantadas por Elena Burke.
El medio de prensa destaca que las ambiciones musicales de esta pianista la llevaron a establecer su propio departamento de música, su escuela de música y su orquesta, para la que compuso la música del ballet Haiku en 1973, y Bele, ambas con Geoffrey Holder.
Desde entonces su carrera no se ha detenido. En 1978 instituyó la serie de conciertos comunitarios de la Filarmónica de Brooklyn en 1978.
Para 1994, fue cofundadora de la Orquesta de compositores americanos SONIDOS, y consejera de Nueva Música para Kurt Masur en la Filarmónica de Nueva York.
Su composición 'Stride', con la que ganó el Pulitzer 2021, fue estrenada por la Filarmónica de Nueva York en 2019. La obra musical forma parte de una iniciativa de la Filarmónica de Nueva York en la que a 19 compositoras se les encargó homenajear el suceso histórico que cambió el curso de la historia en Estados Unidos.
La cubana se inspiró en varias mujeres, desde su familia hasta la sufragista norteamericana Susan B. Anthony, y asegura que 'Stride' es un homenaje a la ratificación de la XIX Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que otorgó a las féminas el derecho al voto.
El Premio Pulitzer reconoce los logros en el periodismo impreso y en línea, la literatura y la composición musical en Estados Unidos. Se establecieron en 1917 según las disposiciones del testamento del editor estadounidense de origen judío y húngaro Joseph Pulitzer.
Al saber que había obtenido el premio pensó en su abuela, en el piano de su abuelo, y en las mujeres de su familia.
“Mi familia tenía muchas esperanzas para mí y para la nueva generación de darnos una educación, y cuando algo importante sucede en mi vida, eso es lo primero que me viene a la mente”, confesó al diario The New York Times.
En 2010, León viajó a La Habana para asistir a la presentación de dos de sus composiciones en el Festival Leo Brouwer de Música de Cámara, lo que marcó el fin de una larga etapa de silencio sobre su obra en su país natal.
En 2016 regresó para dirigir la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba interpretando su pieza "Indígena".
Ahora, con un Pulitzer en su carrera, dice que “el mayor premio de mi vida es que he podido manifestar un sueño que empezó en un lugar muy pequeño, lejos de aquí, con gente que ya no está. Eso, para mí, es de lo que se trata 'Stride': seguir adelante”.
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