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El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel aprovechó el tirón propagandístico que supone el anuncio de la efectividad de los candidatos vacunales Soberana 02 y Abdala para calentar los motores en su ofensiva diplomática anual ante la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU), en la que el régimen denuncia el embargo de Estados Unidos.
“En menos de 48 horas los científicos cubanos han regalado a nuestro heroico pueblo, que resiste criminal bloqueo recrudecido en pandemia, dos contundentes resultados. En dos días denunciaremos ante el mundo el bloqueo contando con dos vacunas propias”, manifestó el gobernante en su cuenta de Twitter.
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Prevista para el miércoles 23 de junio, la reunión de la Asamblea General de la ONU discutirá la resolución cubana “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EE.UU. contra Cuba”. La cita habitualmente entraña un espaldarazo a las tesis del régimen cubano sobre el criminal impacto de las sanciones estadounidenses, gracias al voto mayoritario de condena al embargo unilateral por parte de la comunidad internacional.
“Esa es nuestra respuesta a los odiadores, a los bloqueadores, a los violentos. Este 23 de junio, Cuba vuelve al podio de la Asamblea General de la ONU. Vamos a ver quién se atreve a negarle justicia a nuestra heroica Isla”, dijo el mandatario cubano.
Con el 92.28 % de eficacia avalado por las propias autoridades de salud cubanas -después de recibir las tres dosis-, el candidato vacunal “Abdala” irrumpió ayer en el discurso oficialista cubano como una inyección de optimismo. La maquinaria propagandística se activó y los medios y redes de resonancia del régimen, preparan el terreno para recitar Abdala e izar la bandera Soberana 02 en la cita de Nueva York.
Más pendientes del efecto publicitario de las vacunas que de la situación epidemiológica del país, el régimen cubano se apresta a utilizar el presunto éxito de su “polo científico” como argumento en el añejo discurso de la pequeña nación bloqueada por el imperio, dispuesta a resistir por mantener sus “conquistas sociales”.
Reafirmando el slogan de la continuidad en su hilo de Twitter, Díaz-Canel se vistió de verde olivo y barba postiza para investirse con la autoridad del dictador en jefe, asumiendo el tono personalista de aquel liderazgo que tantos “éxitos” cosechó en medio siglo de historia.
Si los científicos cubanos han dado con la receta para inmunizar a la población frente al coronavirus es gracias a que el actual secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) los emplazó en mayo de 2020 para que investigasen y consiguiesen una fórmula “soberana” contra la pandemia.
“Felices y buenos días, Cuba. Tuyo es el éxito de Soberana02 y de Abdala. Hace 13 meses, pedí a nuestros científicos una respuesta soberana contra la COVID19. No dieron una sino cinco respuestas. Dos ya son vacunas y vamos por más”, tuiteó un Díaz-Canel triunfalista que se anota el triunfo de las presuntas vacunas mientras el país cae en una espiral de desgracias a consecuencias de la mala gestión y la ineptitud de sus gobernantes, principalmente preocupados por capear el temporal y mantenerse en el poder.
Instalados en ese frágil triunfalismo, las autoridades cubanas asistirán mañana a una reunión de la Asamblea General de la ONU agitando las banderas de la llamada revolución y su presunto poderío médico y científico. Como aval científico a sus conquistas, la delegación cubana mostrará el 62% de eficacia de Soberana 02 que certifica el director del Instituto Finlay de Vacunas, Vicente Vérez Bencomo, como un resultado “muy reconfortante”.
“Podemos decir que estamos cumpliendo los dos requisitos que recomienda la OMS para considerar un candidato vacunal como vacuna eficaz”, concluyó el especialista dando por seguro que se trata de una eficacia contra todas las variantes y mutaciones del virus.
Este es “el mejor regalo que podríamos tener en el Día de los Padres”, afirmó Díaz-Canel ante los científicos que cumplieron en el mismo plazo de tiempo e igual o superior eficacia que las grandes multinacionales farmacéuticas que desarrollaron vacunas contra el coronavirus. “La alegría del día”, calificó una noticia que, de verificarse por organismos reguladores independientes, sería en todo caso la alegría del año para millones de cubanos que viven angustiados por su salud y la de sus seres queridos. Incluidos millones de los que él llama “odiadores”.
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