La investigación del colapso del condominio Champlain Towers South en Miami Beach (que va camino de convertirse en el derrumbe accidental de un edificio con más víctimas en la historia de Estados Unidos) se ha centrado esta semana en un posible daño estructural en la parte más baja del complejo habitacional.
Un video de una cámara de seguridad que captó el desastre ha resultado una pieza clave para los investigadores pues en él puede verse que el derrumbe comienza en el centro del edificio, seguido de la sección trasera (cara norte) del centro y finalmente arrastra al extremo oriental de la construcción, que se derrumba segundos después.
“Parece que [el derrumbe] comienza en la parte inferior de la estructura o muy cerca de ella”, dijo Donald O. Dusenberry, un ingeniero consultor que ha investigado muchos colapsos estructurales, al diario norteamericano The New York Times, que ha publicado un detallado análisis infográfico del video.
Mientras los rescatistas se abren camino a través del enorme montón de escombros del edificio de 13 pisos, los investigadores tratan de comprender cómo pudo producirse el desplome.
El Instituto Nacional de Estándares y Tecnología, una agencia federal de Estados Unidos, ha enviado varios científicos e ingenieros para hacer una revisión preliminar, con la esperanza de identificar y preservar los materiales que podrían ayudar a entender el derrumbe. Varias agencias locales, estatales y federales también participan en la investigación.
La búsqueda de una explicación es urgente no solo para los edificios hermanos cercanos al complejo, sino también para una amplia zona del sur de Florida, donde condominios de gran altura, muchos de ellos con décadas de antigüedad, deben soportar una mezcla de salitre y vientos huracanados.
Los ingenieros estructurales se sorprendieron de que un edificio relativamente reciente se derrumbase bruscamente pero tres años antes del mortal derrumbe, un consultor había encontrado pruebas alarmantes de “daños estructurales importantes” en la losa de hormigón debajo de la cubierta de la piscina así como “abundantes” grietas y desmoronamientos en las columnas, vigas y paredes del estacionamiento debajo del edificio.
Aunque no se pueden extraer conclusiones definitivas del video de vigilancia, algunos de los ingenieros que lo revisaron dijeron que parecía sugerir que la falla había comenzado en un punto específico cerca de la parte inferior de la estructura, tal vez hasta el estacionamiento bajo el edificio, o en las primeras plantas.
Dusenberry, cuyas impresiones coinciden con las de otros ingenieros estructurales que examinaron el video, dijo que una falla de este tipo “sugeriría un asunto relacionado con los cimientos; potencialmente corrosión u otros daños en un nivel inferior”. Tampoco se puede descartar un error de diseño o de construcción que haya sobrevivido durante 40 años.
Otro indicio de que el problema comenzó en la parte inferior del edificio: inmediatamente antes del derrumbe, uno de los residentes aseguró al New York Times haber visto cómo se abría una especie de agujero cerca de la piscina.
Otro reportaje del diario The Miami Herald se ha centrado justamente en el testimonio de un contratista de piscinas comerciales que visitó el edificio el martes pasado, solo 36 horas antes de que la mitad del edificio colapsara, para hacer una oferta para una restauración cosmética de la piscina y poner precio al nuevo equipo de la instalación.
Al contratista le sorprendió la falta de mantenimiento en el nivel inferior, y la inusual cantidad de agua en el garaje del edificio.
"Pensó que eran problemas de impermeabilización", dijo el contratista. Un ecargado de mantenimiento del condominio le dijo que bombeaban la sala de equipos de la piscina con tanta frecuencia que el edificio tenía que reemplazar los motores de la bomba cada dos años, pero nunca mencionó nada sobre daños estructurales o grietas en el concreto de arriba.
Uno de los charcos de agua se concentraba alrededor del estacionamiento 78, un área que se encuentra directamente debajo de la plataforma de la piscina donde en un informe de inspección de 2018, el ingeniero Frank Morabito señaló un "error mayor" en el diseño original que causaba serios daños a las losas de hormigón estructural de la base.
En la sala de equipos de la piscina, ubicada en el lado sur del garaje subterráneo, el contratista también dice haber visto varillas corroídas expuestas y corroídas. Tomó algunas fotos y se las envió a su supervisor junto con una nota en la que expresaba su preocupación de que el trabajo podría ser un poco más complicado de lo esperado. Le preocupaba tener que quitar las tuberías de la piscina para permitir el acceso de expertos en restauración de concreto para reparar las losas.
El edificio se derrumbó dos días después.
Mohammad Ehsani, un ingeniero y experto en restauración de hormigón que inventó la tecnología QuakeWrap, una forma de reforzar las columnas de hormigón viejas, revisó para el Herald las fotos que hizo el contratista de la sala de equipos de la piscina.
“Se puede ver una corrosión extensa de las barras de refuerzo en la parte inferior de la viga. Eso es muy serio”, dijo Ehsani, comentando que era el peor daño que había visto documentado en el edificio hasta ahora.
"Si la condición de la viga en la foto del tipo de la piscina es algo que también estaba sucediendo debajo del edificio, eso es realmente muy preocupante", dijo Ehsani a The Miami Herald.
Cinco días después del derrumbe, las autoridades locales han encontrado e identificado 11 cadáveres. El número de desaparecidos se sitúa ahora en 150, mientras que los localizados con vida son 135.
La alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava ha prometido llegar "hasta al fondo" en la investigación para determinar las causas de esta tragedia que alcanza a personas y familias de varios países.
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