Un reciente reportaje de la agencia EFE denuncia la preocupante escasez de medicinas que sufre Cuba y la contrasta con su prestigio como supuesta "potencia médica".
Mientras que la propaganda cubana no cesa de eleogiar a los candidatos vacunales cubanos contra el COVID-19, las despensas de farmacias y hospitales están prácticamente vacías y la población es más vulnerable que nunca frente a enfermedades como la diabetes, la artritis o la sarna.
La industria biotecnológica de Cuba y su supuesto éxito en la lucha contra el coronavirus (menos de 1.300 muertos en total, decenas de miles de PCR diarios según las cifras oficiales) contrasta con la situación de la salud pública en el país: quienes caen enfermos carecen de medicamentos para curarse.
"Simplemente, no hay", le asegura a EFE un joven médico del municipio de Playa, en La Habana.
"¿Cómo es posible tratar a los pacientes sin antibióticos, analgésicos ni otros fármacos más específicos?", pregunta el periodista. "Inventando, haciendo magia", responde una doctora.
Diversos galenos cubanos explican que los pocos medicamentos aún disponibles se reservan para los enfermos más graves, "pero incluso en el caso de las patologías severas se pasa mucho trabajo".
El reportaje detalla varios casos de enfermedades degenerativas que necesitan medicamentos actualmente desaparecidos.
La solidaridad de familiares en el extranjero o vecinos es la única manera de conseguir las medicinas contra la artritis o la sarna, por poner sólo dos ejemplos.
Otras vías son el trueque o el contrabando. Además de los intercambios personales --en la isla hay grupos de WhatsApp y Telegram exclusivos para el trueque de medicinas-- existen redes colaborativas organizadas por emigrantes cubanos en España o Estados Unidos para reunir fármacos y enviarlos a través de particulares en los escasos vuelos que operan a la isla.
También está el "mercado negro" de medicinas importadas. Una caja de paracetamol, un antibiótico, un anticoagulante o un tubo de crema antifúngica se venden hasta a diez veces su precio original en grupos de Facebook o páginas web de compraventa.
En las farmacias cubanas tampoco hay antihistamínicos, ansiolíticos o antidepresivos y ni rastro de píldoras anticonceptivas o preservativos, confirmó EFE.
Cuba clasifica como básicos 619 medicamentos, de los que 359 se producen en BioCubaFarma, la empresa biotecnológica estatal.
En reciente comparecencia televisiva, la vicepresidenta de esa corporación, Tania Urquiza, admitió un déficit de 120 medicamentos y culpó de la situación al embargo financiero y comercial de Estados Unidos.
La realidad es que actualmente faltan en las farmacias casi todos los medicamentos. Y el problema se remonta a varios años atrás.
Cuba se encuentra sumida en su mayor crisis económica en más de dos décadas, con un fuerte déficit en la balanza de pagos e incapaz de afrontar su deuda exterior, lo que se traduce en el desabastecimiento no solo de medicamentos, sino de casi todos los alimentos y productos básicos.
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