Una embarazada cubana de 33 años, residente en el municipio Nuevitas, en Camagüey, falleció como consecuencia del COVID-19, según dio a conocer este viernes el doctor Francisco Durán García.
El director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) dio muy pocos detalles del fallecimiento y solo al final de su habital conferencia de prensa precisó que se trataba de una embarazada, aunque no dijo el tiempo de gestación que tenía en el momento del deceso.
Indicó que la paciente tenía “antecedentes de asma bronquial”, pero a continuación añadió que “realmente no presentaba crisis [de asma]. Obesidad era lo único que presentaba esta paciente”.
“Además era una muerte materna, tenemos que informarlo así. Realmente muy doloroso, ya que estaba embarazada en el momento de fallecer”, concluyó el doctor sin ofrecer ningún otro dato.
Sin embargo, el parte escrito difundido por el Ministerio de Salud Pública no refiere que la fallecida estuviera embarazada. Sí, que la paciente tuvo una estancia hospitalaria de 9 días, en los cuales “se mantuvo hipotensa, con taquicardia, anuria con parámetros gasométricos desfavorables y acidosis metabólica”.
Sobre la causa de la muerte, el parte del MINSAP refiere que la paciente hizo “parada cardiorrespiratoria” y que no respondió a las maniobras de reanimación cardiopulmonar.
Tras este deceso ya son seis las cubanas en estado de gestación o recién paridas que han fallecido como consecuencia del COVID-19 en la isla desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020, según datos del MINSAP. Todas la muertes maternas se han registrado desde mediados de abril de este año, en que se informó del primer caso.
El 14 de abril, el doctor Durán informó del fallecimiento de una recién parida de 38 años, debido a una parada cardíaca 11 días después de que le hubieran practicado una cesárea de urgencia a las 37 semanas de gestación. En ese caso el especialista precisó que el bebé había sobrevivido y su pronóstico era favorable.
El 12 de mayo se confirmó la muerte de una cubana recién parida de 22 años, residente en el habanero municipio de Marianao, quien también falleció debido a una parada cardiorrespiratoria. En ese caso las autoridades sanitarias cubanas no dieron dato alguno sobre la evolución del bebé.
Poco más de una semana después, el 20 de mayo, se dio a conocer la muerte de una embarazada cubana de 34 años, residente también en Marianao, que tenía "antecedentes de una sicklemia y una diabetes gestacional".
El 26 de mayo se hizo pública la muerte de una cuarta gestante, de 24 años y residente en el municipio Diez de Octubre, en La Habana. En conferencia de prensa, Durán habló de "diabetes gestacional", sin precisar el tiempo de embarazo de la joven.
El 11 de junio el MINSAP anunció la muerte de una embarazada cubana de 34 años, gestante de 27 semanas, sin antecedente patológico asociado y residente en el habanero municipio Boyeros.
La tendencia del doctor Durán al explicar los decesos de embarazadas o recién paridas en Cuba como consecuencia del COVID-19 ha sido ofrecer cada vez menos detalles sobre las circunstancias y evolución de las pacientes.
Los expertos de salud alertan el peligro que representa el coronavirus para las gestantes, un grupo de población más proclive al contagio y a desarrollar formas graves de la enfermedad por los cambios que se registran en la anatomía y la fisiología de las mujeres, lo que propicia una disminución de su sistema inmune.
Cifra récord de fallecidos y de contagios diarios de coronavirus en Cuba
El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) de Cuba reportó en el parte de este viernes 20 fallecidos y 3,308 nuevos casos de coronavirus, cifras que constituyen un récord en los reportes diarios desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020.
Tras los nuevos registros, el acumulado de casos se sitúa en 197,253 y el de fallecidos en 1,322.
"Todavía una parte de nuestra población no tiene conciencia del momento complejo que vivimos y del riesgo ante la enfermedad", lamentó Durán.
En estos momentos permanecen 44,590 pacientes ingresados en Cuba: de ellos 11,015 sospechosos; 16,141 bajo vigilancia y 17,434 figuran como casos confirmados y activos de COVID-19, cifra que también constituye un récord desde el inicio de la pandemia.
Se atienden en las terapias intensivas 196 pacientes confirmados: de ellos 73 críticos y 123 graves.
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