Las imágenes del joven cardenense baleado por las fuerzas represivas tras invadir violentamente su vivienda denotan que las fuerzas represivas no respetan la vida, dijo Alain Espinosa, abogado de la organización Cubalex.
Recientemente trascendió un video que mostraba la irrupción de agentes armados a una casa de familia en el municipio de Cárdenas, Matanzas. Buscaban a Daniel Joel Cárdenas Díaz por supuestamente vandalizar comercios durante las protestas del 11 de julio en Cuba, de acuerdo con la prensa oficial.
Quien filma el video es Marbelis Vázquez, esposa de Daniel, e implora a los agentes por la seguridad de sus hijos pequeños que se muestran por momentos y se escuchan llorar. Más adelante la joven madre muestra el piso de la casa ensangrentado y declara que su esposo había sido baleado, golpeado y detenido, cosa que niega el reporte oficialista.
“No sabíamos si tenían orden de allanamiento o no”, observó el abogado Espinosa a CiberCuba y advirtió que la entrada furtiva por la parte trasera de la casa “es una violación de domicilio”. Este jueves, el noticiero estelar de la Televisión Cubana (NTV) mostró imágenes de residentes de Cárdenas saqueando las tiendas en MLC y volteando un carro policial.
Para probar su argumento, Espinosa explica que el oficial “entró por un lugar no habilitado, no destinado a los efectos con un arma de fuego en las manos sin mostrar nada, sin identificarse”.
“Ni siquiera el hecho de que hubiese menores de edad paró la brutalidad”, dijo Espinosa y señaló el pobre reparo a la integridad de personas indefensas e inocentes: “llegamos a un nivel de deshumanización tan grande que ni siquiera tienen en cuenta lo más elemental o las personas más vulnerables como es un bebé”, agregó.
El letrado mencionó la legislación doméstica e internacional ignoradas por los agentes con su accionar desmedido. A saber: el artículo 86 de la Constitución de la República de Cuba que consagra el interés superior del niño y que “obliga a todos los funcionarios a tener en cuenta en sus actitudes y en sus decisiones este interés superior del niño algo que acá, a toda vista, se incumplió, no les importó en lo más mínimo”, explicó.
Espinosa se refirió, además, al código de conducta para funcionarios encargados de hacer la ley aprobado en la Asamblea General de Naciones Unidas. El código establece condiciones para el uso de la fuerza “solo cuando sea estrictamente necesario” y contempla el uso de armas de fuego como “una medida extrema” que recomienda evitar.
Asimismo, mencionó una resolución de la ONU de 1990 que aconseja recurrir a métodos no violentos y recomienda un moderado empleo de armas de fuego de manera que el accionar de las fuerzas del orden que “los daños deben ser mínimo y respetarán y protegerán la vida humana”, dijo el letrado citando la legislación en cuestión.
Espinosa destacó que “había un niño presente, nadie tenía el control absoluto para poder determinar que esos niños no pudiesen ser víctimas de ese actuar”, y advierte que el uso de armas de fuego solo sería justificado cuando el “presunto delincuente ofrezca resistencia armada o ponga en peligro la vida de estas personas”.
En el caso específico de lo que sucedió en Cárdenas, precisa Espinosa, no es posible determinar que el perseguido “haya puesto en peligro la vida del oficial. Lo que sí podemos observar fueron oficiales con uso de pedido de la fuerza con empleo de armas de fuego”, sentenció.
Para el abogado “no hay que ser un erudito para darse cuenta de que acá no existe un protocolo, no existe sentido común, no existe el respeto por la vida”, dijo en referencia al allanamiento violento en Cárdenas.
Recientemente, en declaraciones para América TeVe, Marbelis Vázquez admitió la participación de su esposo en las manifestaciones, pero negó que estuviera involucrado en los actos vandálicos imputados en televisión nacional.
"El gritó como gritó todo el mundo, pero él no agredió, no robó, no se metió en la tienda", afirmó.
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