Sin abusos

Los que fueron detenidos de forma arbitraria y los que serán, los baleados, los que recibieron golpizas de ocho o más contra uno y aquellos que se atrevieron a registrar en video y compartir con el mundo lo que estaba sucediendo serán juzgados por el mismo que dio la orden de que les reprimieran y les dispararan.

Represión a manifestantes frente al ICRT © Facebook / Yunior García Aguilera
Represión a manifestantes frente al ICRT Foto © Facebook / Yunior García Aguilera

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Este artículo es de hace 3 años

Las noticias sobre Cuba en los medios de prensa internacionales hoy tienen un titular que se reitera independientemente de la política editorial que sigan: Díaz-Canel dice que "los detenidos serán juzgados sin abusos.

Y por supuesto, leyendo semejante afirmación que todos los medios reiteran, surgen las preguntas.


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¿Reconoce el presidente, entonces, que existen los abusos?

De esa declaración se interpreta que no son los procedimientos penales ni las garantías jurídicas y/o judiciales que debería ofrecer la constitución aprobada no hace mucho por el propio pueblo “confundido”, sino el presidente de los confundidos quien decidiría si se cometen abusos o no.

Me pregunto: ¿Serán juzgados solamente los detenidos? ¿Eso incluye a los que recibieron balazos por parte de la policía? ¿Serán juzgados también los que en virtud de su derecho a la libertad de expresión han sido detenidos posteriormente en horas de la noche, golpeados y arrastrados en sus propias casas delante de sus hijos menores? ¿Y los jóvenes heridos en los hospitales a los que la policía no permite que su madre les acompañe?

El presidente de los confundidos promete juzgar a los detenidos. No ha dicho que juzgará a los que cometieron violaciones de los derechos constitucionales. Si así fuera ¿juzgarán también a los policías que han golpeado en grupo a personas maniatadas? ¿Serán juzgados los que dispararon armas de fuego contra personas desarmadas? ¿Habrá juicio para los dirigentes que dan la orden a sus seguidores de usar la fuerza bruta y la violencia contra los que no piensan igual? ¿Y para los jefes militares que exigen a sus soldados que salgan a la calle vestidos de civil y armados con palos?

Vergüenza debería darle a quienes ordenan y apoyan que al pueblo se le pueda golpear y disparar. De vergüenza deberían morir.

Pero no morirán de vergüenza. Si siguen como van, a lo sumo morirán de sobrepeso. Eso no les da vergüenza.

Piensan que el pueblo no tiene memoria. Piensan que el pueblo “confundido” olvidará la represión en cuanto reciba un par de cajas con comida de sus familiares mercenarios. Apuestan por la mala memoria del hambriento, suponen que el pueblo cambiará el dolor de las cabezas rajadas por un paquete de café. Creen que las mujeres pateadas negociarán sus moretones por una bolsa de detergente. Dan por sentado –casi acostado- que la gente prefiere engavetar las golpizas a cambio de una lata de atún y las heridas de bala por botellas de aceite o pastillas para la abuela.

Los que fueron detenidos de forma arbitraria y los que serán, los baleados, los que recibieron golpizas de ocho o más contra uno y aquellos que se atrevieron a registrar en video y compartir con el mundo lo que estaba sucediendo serán juzgados por el mismo que dio la orden de que les reprimieran y les dispararan. Por el mismo que autorizó que hordas de militares y policías entrenados y siempre en grupo (nunca un valiente solitario. Siempre en grupos) molieran a palo a civiles desarmados, aunque estuvieran inconscientes en el suelo.

Golpizas, sí. Pero que quede claro: sin abusos.

Lo dijo el presidente de los confundidos.

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