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El cubano residente en Miami, Rodolfo Dávalos León, hijo de un asesor del régimen totalitario de la isla, defendió al castrismo en una entrevista con Telemundo51, como hace habitualmente a través de sus redes sociales.
El joven, que se dedica a la asesoría en temas de finanzas y sostiene que no trabaja con ningún cliente con negocios en Cuba, se declara un partidario incondicional de la economía de mercado a la par que un agradecido a la llamada 'revolución' y su líder Fidel Castro.
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El perfil de Dávalos León, que ahora sale a la luz pública quejándose de haber recibido amenazas de la comunidad cubanoamericana por las ideas que refleja en sus redes sociales, es el de un “Chicago boy” del régimen: un economista neoliberal presto a echar una mano a las élites extractivas de la dictadura más longeva de occidente para consolidarlas en el poder en un momento de transición política que Dávalos León enfoca únicamente por el ángulo económico, dejando a un lado derechos y libertades, y la construcción de una república democrática.
“Yo estudio economía y me encanta la economía de mercado. Creo que es el sistema más democrático que existe”, dijo Dávalos en la entrevista.
Al mismo tiempo, en sus redes el hijo del asesor legal del régimen, Rodolfo Dávalos Fernández, publica mensajes como estos: “que nadie se engañe, el pueblo de Cuba está con la Revolución”, o “si la Revolución se cae me vas a encontrar en Cuba, con mi padre, rodilla en tierra, fusil en mano, defendiendo la obra de Fidel”.
“Entiendo la sensación en Miami”, declaró el hijo del funcionario castrista, en un intento por contemporizar con las razones del exilio cubano que exige el fin de la dictadura. “El dolor y la ira de Miami son legítimos, sin embargo, los cubanoamericanos están siendo víctimas de campañas de desinformación, como el que dice que soy el hijo del presidente cubano viviendo en Miami haciendo negocios con Cuba”.
Según Dávalos León, “esas campañas están motivadas políticamente para amplificar el odio con el fin de avanzar en una agenda política específica, no necesariamente para traer bienestar al pueblo cubano”. El chicago boy dice entender en el plano emocional a los brutos de Miami, ese exilio y esos cubanoamericanos engañados e incapaces de ver que la mejor solución para los males de Cuba pasa por que Estados Unidos coopere con el régimen cubano.
“Estoy abogando porque no exista una guerra. Porque esta ciudad entre en sentido común y deje de pedir una guerra abusiva contra un pequeño país… Llevan 62 años haciendo políticas fallidas y nada ha pasado”, dice el joven economista que se precia de haber trabajado con la administración Obama, gracias a lo cual “avanzamos muchísimo con el tema de los derechos humanos en Cuba y las libertades económicas”.
El lobista de la dictadura cubana, que fundó en 2016 su propia compañía en Estados Unidos, se muestra indignado frente a sus compatriotas que consideran la intervención humanitaria en Cuba la única vía de poner fin a los abusos y la represión de una dictadura que lleva más de 60 años en el poder.
El amante de la economía de mercado reconoce “tenerle agradecimiento a las personas que me dieron la oportunidad de estudiar, de tener educación, salud, oportunidades en las calles”. Oportunidades que cínicamente considera que la llamada revolución dio a los hijos de todos los cubanos, no únicamente a los de “apellidos ilustres” como Castro o Dávalos.
“La Revolución tiene un solo líder y se llama Raúl. El pueblo de Cuba está con Raúl. La Revolución va a seguir. Viva Cuba, Vive Raúl. #VivaCuba”, tuiteó el pichón neoliberal del régimen al día siguiente de las protestas del 11J, en medio de la brutal represión desplegada contra los manifestantes pacíficos. Una ola que continúa destruyendo las familias cubanas, como mismo sigue el empeño de estas por librarse del régimen político cubano y construir un país para todos.
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