Una flotilla de barcos partió este viernes desde Miami, rumbo a aguas internacionales. Apagarán sus motores a 15 millas de Cuba para lanzar fuegos artificiales que podrían ser vistos desde el Malecón de La Habana.
Han declarado que su objetivo es demostrar a los cubanos que protestan contra la represión del Estado y para exigir libertad, que tienen respaldo de los compatriotas en el exterior.
Las embarcaciones salieron con alrededor de una hora de retraso teniendo en cuenta el horario previsto con antelación. Hasta el momento de escribir esta nota se confirman cinco botes en la travesía.
Medios locales de Miami informaron que la “flotilla de apoyo a Cuba” va rumbo a Cayo Hueso. Allí pararán a repostar y los barcos serán revisados por la Guardia Costera de Estados Unidos.
Se espera que más embarcaciones se sumen a esta iniciativa, entre ellos varios botes que ya esperan en ese puerto de los Cayos de Florida.
En declaraciones al presentador cubanoamericano Enrique Santos, uno de los participantes en el evento, el youtuber y periodista venezolano Óscar Alejandro, dijo que tienen previsto al llegar a la posición donde se establecerán esperar la caída del sol y lanzar fuegos artificiales.
"Pretendemos que con los fuegos artificiales, desde las 16 millas (de distancia), porque estaremos muy muy cerca, nos puedan ver desde el Malecón. Eso es lo que pretendemos, darles apoyo a todos los cubanos que luchan en la isla y que nos puedan ver", dijo el joven venezolano miembro de la flotilla.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) insistió a los navegantes en que para entrar en aguas cubanas se necesita un permiso. Las personas que rompan estas leyes estadounidenses se enfrentan a penas de 10 años de prisión. Otras posibles sanciones serían multas de 25,000 dólares al día y el decomiso de la embarcación.
En un comunicado oficial la Guardia Costera indicó esta semana que el castigo para quienes introduzcan ilegalmente a extranjeros en Estados Unidos es de cinco años de cárcel y una multa de hasta 250,000 dólares por día.
El lunes pasado se suspendió la salida de esta flotilla. Los organizadores indicaron tras reunirse con representantes de la Guardia Costera que querían hacer bien las cosas y que fuera una iniciativa segura.
El gobierno cubano exhortó al de Estados Unidos a detener los planes la flotilla. El canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla en conferencia de prensa dijo que el evento previsto era una "grosera violación" de las normas de navegación establecidas entre ambos países.
"Espero que el gobierno de Estados Unidos aplique y garantice que se cumplan sus leyes. Solamente lo prevengo de su responsabilidad con lo que es ya hoy una grosera violación del derecho internacional", expresó Rodríguez Parrilla.
El cubano Odany Veloz, uno de los organizadores, dijo a la prensa que tienen todos los permisos de la Guardia Costera de Estados Unidos para lo que considera un evento solidario con el pueblo cubano.
“No vamos a tocar tierra ni aguas de Cuba”, enfatizó Veloz.
A 15 millas de la isla los botes apagarán sus motores y quedarán a la deriva. Deben evitar perder su posición por lo que están obligados a corregirla cada 15 minutos.
Los participantes en este evento no pueden llevar armas en los botes ni bebidas alcohólicas. Las embarcaciones serán revisadas antes de salir de Cayo Hueso.
La Guardia Costera había señalado a los navegantes que para estar en esta zona deben tener equipos de comunicación como teléfono satelital, baliza de localización personal o una baliza de radio que indique una posición de emergencia.
Además están obligados a llevar chalecos salvavidas para cada persona, entre otros elementos. Se les sugirió monitorear el canal 16 de VHF-FM de emergencia de la Guardia Costera y supervisar el clima y el estado del mar pues las condiciones cambian rápidamente en el sur de Florida.
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