El gobierno cubano exhortó a Estados Unidos a detener los planes de una flotilla que zapará este viernes hasta una zona cercana al territorio marítimo de Cuba, y calificó el evento de "grosera violación" de las normas de navegación establecidas entre ambos países.
"Espero que el gobierno de Estados Unidos aplique y garantice que se cumplan sus leyes. Solamente lo prevengo de su responsabilidad con lo que es ya hoy una grosera violación del derecho internacional", dijo el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla durante una conferencia de prensa.
Rodríguez Parrilla manifestó que el gobierno de Estados Unidos debería impedir esta flotilla si tuviera "mínimamente interés o preocupación por la situación del pueblo cubano".
"Advierto al gobierno de Estados Unidos que actúe con seriedad para evitar incidentes que no convienen a nadie", enfatizó el funcionario.
Agregó que después de los acontecimientos del 11J y el anuncio de la flotilla ambos gobiernos han mantenido "comunicación en el ámbito diplomático".
Las declaraciones del canciller encendieron las alarmas en los medios oficialistas pocos minutos después. En el programa televisivo Mesa Redonda, el subdirector de la Agencia Cubana de Noticias (ACN), Jorge Legañoa, dijo que "esta provocación puede tener consecuencias muy graves", mientras que el presentador Randy Alonso advirtió que la flotilla "puede desatar un incidente que lleve a una intervención militar" de Estados Unidos.
Un grupo de exiliados cubanos de Miami, en su mayoría jóvenes, anunciaron finalmente la realización de la flotilla para este viernes, en respaldo a los manifestantes de las protestas del 11J. Pero las embarcaciones tendrán que cumplir la regulación de mantenerse en aguas internacionales, a 15 millas de las costas de Cuba.
Los participantes deben salir de Miami al amanecer y arribar cerca de las 11 a.m. a una marina en Key West, donde recargarán combustible. Después de someter las embarcaciones a revisión por parte de la Guardia Costera (USCG), la flotilla saldrá con destino a la zona próxima del territorio marítimo de Cuba y debe llegar al límite de las 15 millas alrededor de las 5:30 p.m.
Desde allí, los viajeros mostrarán su apoyo al pueblo cubano con fuegos artificiales, bengalas y linternas, y luego retornarán a Key West.
Contactada por CiberCuba la noche del jueves, la Guardia Costera declinó revelar si el permiso de la flotilla para viajar hasta aguas internacionales estaba aprobado.
"Los propietarios de embarcaciones han hecho una solicitud para navegar en el Estrecho de la Florida, pero no podemos ofrecer información sobre la decisión", dijo el suboficial Ray Estrada, portavoz de USCG.
En un mensaje posterior, enviado este viernes a CiberCuba, la Guardia Costera señaló que "no se ha aprobado ningún permiso para viajar a aguas territoriales cubanas".
"La Guardia Costera tiene una presencia continua en el Estrecho de la Florida y la seguridad de la vida en el mar es nuestra principal prioridad", indicó la declaración.
Sin embargo, los organizadores de la flotilla indicaron que están en contacto con las autoridades de USCG para planificar "una travesía segura y pacífica", según uno de los participantes, Osdany Veloz.
La Guardia Costera no escoltará la flotilla, pero mantendrá su presencia en la zona de navegación. Los propietarios de embarcaciones registradas están en el derecho de navegar en el Estrecho de la Florida mientras no rebasen los límites de la zona contigua con las aguas territoriales cubanas.
En la rueda de prensa del jueves, Rodríguez Parrilla criticó la permisividad del gobierno estadounidense.
"Sorprende que en medio de una pandemia se toleren actividades de esta naturaleza, porque es sabido que a partir de regulaciones de estado de emergencia, vigentes para la navegación en el Estrecho de la Florida, entre EE.UU. y Cuba, para que esta flotilla ocurra debe haber una autorización oficial del gobierno de Estados Unidos", afirmó el canciller.
Cruzar hacia las aguas cubanas sin un permiso especial es violatorio del Decreto Presidencial 6867, establecido en 1996, y está sujeto a sanciones que van desde multas hasta años de cárcel.
Además, la prohibición está reforzada por normativas impuestas durante la administración de Donald Trump, que prohibió los viajes de cruceros, embarcaciones de recreo y aviones privados a Cuba desde junio de 2019.
"Las embarcaciones y las personas que entren ilegalmente en aguas territoriales cubanas o salgan de aguas territoriales estadounidenses con la intención de entrar en la zona cubana, sin el permiso requerido, pueden estar sujetos a la incautación de su embarcación, penalizaciones de hasta $25,000 dólares diarios y 10 años de prisión", dijo un comunicado de USCG.
La declaración fue emitida apenas cuatro días después de las protestas del 11J, cuando surgió la iniciativa de la flotilla entre residentes de Miami. Los participantes planeaban inicialmente llegar hasta Cuba con ayuda humanitaria, pero las autoridades los advirtieron de que podrían ser arrestados y encausados por delitos federales.
La advertencia incluye también que los propietarios de barcos no pueden recoger en altamar a ningún viajero irregular para traerlo a territorio estadounidense.
Desde que se produjeron las manifestaciones multitudinarias del 11J, la Guardia Costera no ha interceptado ni avistado viajes de balseros cubanos en el Estrecho de Florida.
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