El activista Alexander Rodríguez Cárdenas fue condenado a un año de cárcel por apoyar desde sus redes sociales las protestas del 11J en la Isla.
El joven, quien reside en la localidad de Sitiecito en el municipio de Sagua la Grande, provincia de Villa Clara, fue arrestado el 13 de julio último y tras un juicio sumario fue condenado a un año de privación de libertad, dijo a CiberCuba Samuel Rodríguez, amigo del activista detenido.
Rodríguez detalló a CiberCuba que Rodríguez Cárdenas, de 48 años, se encuentra en “un lugar apartado y distanciado de otros opositores” de la dirección provincial de la Seguridad del Estado en ese territorio central del país.
“Yo estuve en esas celdas cuando tenía 18 años. Son tenebrosas, muy pequeñas y tapiadas para no poder mirar afuera. Después de esto será trasladado para cumplir la condena. El no participó en las protestas ya que en su pueblo no la hicieron, pero se expresó a favor por su página de Facebook”, apuntó además Rodríguez.
“Conozco a Alexander Rodríguez Cárdenas desde que era un niño, es como su familia, un cubano de bien y trabajador. Alexander está en huelga de hambre, secuestrado desde el día 13 de julio en Sagua la Grande. Su único delito fue ejercer su derecho a la libre expresión”, denunció también en Twitter su amigo Félix Llerena.
Un día antes de su detención, Alexander escribió en su perfil de Facebook que agradecía todos los mensajes de solidaridad y la ayuda de sus vecinos para que se escondiera y no fuera apresado, pero que no los iba a aceptar.
“En cuanto a lo que me están pidiendo, ustedes deben comprender que no los puedo complacer. Yo no voy a aceptar los gestos de solidaridad de muchos de mis vecinos y amigos de Sitiecito para que me esconda en sus casas, como tampoco voy a salir corriendo al monte como me piden desde otros lugares”.
Aseguró en esa ocasión que “si no se logra el objetivo que todos queremos, comenzará una implacable cacería de brujas y la represión será terrible contra la oposición cubana; típico en los regímenes totalitarios porque la historia, caprichosa al fin, suele repetirse”.
“No pienso salir huyendo. Martí quiso morir de frente al sol, no seré yo quien lo deshonre”, enfatizó además.
Igual expuso que “yo sí tengo el pie sobre el estribo, no sé si los restantes 60 mil habitantes de mi municipio se quieran poner del lado correcto de la historia”.
“Lamentablemente estoy viendo mucha represión en diferentes ciudades de Cuba; los que gritan PATRIA y VIDA son más que los que se empeñan en la deslucida frase de Patria o Muerte. Nada es más doloroso que ver a hombres con traje y hambre, reprimiendo gente con hambre y sin traje, para complacer a unos pocos que ni tienen traje ni tienen hambre. Dios bendiga a Cuba. Patria, libertad y vida”, concluyó en su último mensaje antes de ser detenido por expresar su apoyo en redes a los manifestantes del 11J.
La condena de Alexander es otro resultado de la práctica generalizada en el país de juicios sumarios sin defensa para los detenidos, incluso para las personas que ejercieron su derecho de libre expresión en redes sociales y apoyaron las jornadas de protestas contra el régimen.
Para el Ministerio del Interior de Cuba, es delito gritar "Patria y Vida" por considerar que es instigación a delinquir, según refirió en la televisión cubana Moraima Bravet Garófalo, jefa de la dirección general de la investigación criminal del MININT.
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