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La Asociación europea Cuba libre apoyó el atentado contra la Embajada de Cuba en Francia, criticó la "complicidad" de los gobiernos español y francés; y a las empresas Bouygues, Pernod-Ricard y Peugeot, por su apoyo a la dictadura castrista, facilitándole incluso vehículos para uso represivo, en un comunicado difundido este martes en París.
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, aseguró en su cuenta oficial de Twitter que fueron lanzados cocteles Molotov contra la sede diplomática cubana en la capital francesa, que provocó un incendio, controlado por el propio personal diplomático, y sin lamentar daños humanos.
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"Proclamamos nuestra solidaridad con la acción llevada a cabo contra la embajada ilegítima de nuestro país en Francia, frente a la que nos hemos manifestado tantas veces. No se trata de un ataque terrorista auspiciado por el imperialismo norteamericano, sino de un acto de protesta de ciudadanos libres que reclaman la liberación de todos los presos políticos y el restablecimiento de la democracia y de la libertad en Cuba", aseguró.
La Asociación europea "Cuba libre", llevamos a cabo -desde hace décadas- una lucha permanente para denunciar los crímenes cometidos por el castrismo en medio de una indiferencia generalizada de las opiniones públicas y de las autoridades europeas o, incluso peor, con su complicidad, en primer lugar de los Gobiernos de España y Francia, añade la nota.
"El gobierno frances sigue demostrando su indulgencia con el poder castrista, y sus empresas (Peugeot, Bouygues, Pernod-Ricard y otras) contribuyen a la opresión del pueblo cubano: no dudan, por ejemplo, en enviar vehículos Peugeot a la Policía Nacional Revolucionaria, la PNR, destinadas a la represión por parte de los esbirros del régimen", subraya la declaración.
La fecha elegida para el atentado no fue casual porque este lunes se cumplieron 68 años del ataque el cuartel Moncada y de Bayamo, dirigido por los hermanos Fidel y Raúl Castro, que provocó decenas de víctimas entre los atacados, que fueron sorprendidos mientras dormían y por asaltantes vestidos de soldados, concluye el texto de "Cuba libre", firmado por su presidente, el francés Laurent Muller y el escritor cubano exiliado Jacobo Machover.
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