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El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, calificó a Cuba de “dictadura” y destacó que el que no lo quiera admitir será porque tiene “afinidades ideológicas muy fuertes”.
“En realidad es más fácil que la tabla del uno lo que pasa en Cuba”, dijo el mandatario uruguayo en declaraciones para La Nación+.
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“El que no lo quiere ver tendrá afinidades ideológicas muy fuertes, porque a nadie le cabe duda que Cuba es una dictadura”, agregó.
Luego explicó que las posturas que deben adoptar las naciones ante el caso cubano no deben ser “ideológicas” sino “de respeto por los derechos humanos”, algo que va más allá de ser socialista, capitalista o pro mercado.
“Todos hemos visto a familiares y amigos de dictadores en un barco en el Mar Adriático en Europa”, dijo; y refirió que Cuba y otros países como Venezuela y Nicaragua practican “un capitalismo prebendario" en el ámbito del gobierno, mientras el pueblo está “muerto de hambre”.
“La gran mayoría de los que predican esas cosas no viven como predican”, concluyó; y subrayó que en muchos de esos casos “la ideología en realidad funciona como un escudo”.
Luis Lacalle Pou también reafirmó el posicionamiento de Uruguay en política exterior en lo relativo a la condena de las dictaduras de la región, y precisó por qué no invitó a Miguel Díaz-Canel, a Daniel Ortega ni a Nicolás Maduro cuando asumió la presidencia de Uruguay en marzo de 2020, a pesar de que mantiene “relaciones diplomáticas con esos países”.
“Cuando se me preguntó, dije: ‘no, con dictadores y gobiernos autoritarios el día de mi asunción, no”, reseñó Lacalle Pou hacia el minuto 14 de la entrevista con el medio argentino.
La opinión del mandatario uruguayo sobre Cuba contrasta con la de su vecino argentino, Alberto Fernández, que cuando estallaron las protestas contra el régimen castrista dijo desconocer la "dimensión del problema".
"No conozco la dimensión del problema en Cuba. Sí tengo en claro que, si nos preocupa humanitariamente Cuba, terminemos con los bloqueos y también en Venezuela. No hay nada más inhumano en una pandemia que bloquear a un país", dijo Alberto Fernández entonces.
Poco después de las protestas del 11 de julio en Cuba, Luis Lacalle Pou fue uno de los primeros presidentes latinoamericanos en reaccionar.
“El pueblo cubano está demostrando un coraje digno de elogiar" afirmó el 12 de julio en conferencia de prensa, y añadió que “Cuba es una dictadura que obviamente no respeta los derechos humanos”.
Además del mandatario uruguayo, también se pronunciaron a favor de las protestas civiles en la isla el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y el de Ecuador, Guillermo Lasso.
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