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El gobierno de Cuba autorizó la importación sin fines comerciales de sistemas fotovoltaicos, sus partes y piezas, por personas naturales que los podrán introducir en el país libres de impuestos en Aduana.
La medida, que entró en vigor el 28 de julio, está respaldada por la Resolución 206/2021, publicada en la Gaceta Oficial de la República.
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El país enfrenta una severa crisis social, económica y energética. En medio de los actuales conflictos una estrategia del gobierno es liberar de impuestos algunos productos en la Aduana para que la población los importe libremente y supla la ineficiencia del Estado.
El gobierno cubano declaró que el objetivo de permitir la importación de piezas y paneles fotovoltaicos sin impuestos a su paso por aduanas, es contribuir con el desarrollo de fuentes renovables de energía y elevar su participación en la matriz de generación de electricidad en el país.
El texto publicado en la Gaceta señala que el sistema fotovoltaico está compuesto generalmente por las siguientes partes:
a) Paneles fotovoltaicos; b) protecciones de corrientes directa y alterna; c) inversor para sistemas fotovoltaicos; d) baterías para el almacenamiento de energía e) conductor eléctrico; f) sistema de puesta a tierra; g) estructura de soporte (herraje y tornillería); h) pizarra eléctrica; i) regulador de carga de batería; j) gabinete para piezas y componentes del sistema fotovoltaico; y k) accesorios eléctricos para el montaje.
La resolución indica que la persona natural que importa estos productos es responsable de la instalación del sistema fotovoltaico y su sostenibilidad.
Además, quien importa deberá ocuparse de la recontratación del servicio a la Empresa Eléctrica de Cuba que es quien ofrece el certificado del cumplimiento de los requisitos para la instalación y garantiza el metrocontador para la medición de la energía generada por el sistema fotovoltaico.
En 2019 la empresa alemana EFF Solar inició la instalación de parques solares en Cuba, preparados para soportar el embate de huracanes de categoría 5. Este proyecto con capital completamente extranjero en sus inicios declaró una inversión de 45 millones de dólares.
En aquel momento se indicó que de la electricidad generada por Cuba solo un 4 % provenía de fuentes renovables. Además el país solo producía el 40% del petróleo que necesitaba por lo que una de las estrategias desde entonces es la expansión hacia las energías renovables.
El objetivo en aquel momento era conseguir que en el 2030 Cuba cubriera con energías renovables el 25% de toda la generación del país, lo que supone alrededor de 2.300 megavatios.
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