Cuba tiene 302 barrios empobrecidos, según datos de la Unión de Jóvenes Comunistas UJC) que no los identificó y acaba de rescatar la figura de trabajadores sociales, para que trabajen en esos lugares, donde deberán hurgar profundamente en las causas de la pobreza para intentar transformarlos.
Las primeras 220 Brigadas Juveniles de Trabajo Social (BJTS), constituidas el 26 de julio, están integradas por 2.702 jóvenes universitarios que, tras entrenarse una semana en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), trabajarán en los Consejos populares más empobrecidos de Cuba, según el dominical Juventud Rebelde.
La decisión gubernamental de crear brigadas antipobreza surgió a los 15 días de la rebelión del 11J, cuando miles de cubanos salieron a las calles pidiendo Libertad y Democracia.
"Son tiempos de servir más a Cuba y no permitiremos que nos ataquen por medio de la sensibilidad humana. Por eso, estaremos como jóvenes con el oído pegado a nuestra gente, conociendo sus preocupaciones e inquietudes porque ese es el camino para construir una sociedad cada vez mejor y más socialista", aseguró Aylin Álvarez García, segunda secretaria del Comité Nacional de la UJC, tras abanderar a la BJTS que trabajará en el barrio La Corbata, del municipio Playa, citada por el periódico.
Las nuevas brigadas están integradas por miembros de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) que cursan carreras de perfil de Humanidades, profesores jóvenes y profesionales de sectores afines, explicó Álvarez García; y desarrollarán alianzas estratégicas con las universidades y centros de investigación para ayudar en la solución de la pobreza en Cuba.
El calendario establecido por las autoridades para las BJTS, sigue el almanaque de sucesos patrios, nacieron el 26 de julio y comenzarán a trabajar el 5 de agosto, cuando se cumplirán 27 años del Maleconazo, otra sublevación popular, principalmente en La Habana, que desembocó en la estampida migratoria de los balseros.
Además de tratar de disminuir la pobreza en barrios, los nuevo trabajadores sociales deberán contribuir a la formación de valores y actitudes, especialmente en niños, adolescentes y jóvenes para el fortalecimiento de la comunidad y la participación ciudadana, y deben procurar el desarrollo de opciones para el tiempo libre, aseguró el dominical oficialista.
Las BJTS, que quedarán completadas en la semana próxima, serán para sus integrantes una posibilidad de permanente movilización, de labor comprometida y de crecer como seres humanos y como revolucionarios, de consolidar y practicar la solidaridad, el altruismo y la vocación de servicio, concluyó Juventud Rebelde.
El gobierno cubano no publica datos esenciales como índices de pobreza y desigualdad GINI o de Palma; aunque en 2019 informó a CEPAL que la precariedad solo alcanzaba al 6,8% de la población, detallando que el 4,6% de los habitantes de ciudades estaba en la pobreza; cifras que son inexactas porque las autoridades imputan como ingresos el coste que supondría para los ciudadanos, los deteriorados servicios de salud y educación gratuitos.
Los datos del gobierno indicarían que 770.677 cubanos serían pobres, calculado sobre la base de la población total en 2019, pero una encuesta sobre pobreza y desigualdad del Observatorio Cubano de derechos Humanos (OCDH), indicó que en el primer semestre de 2020, el 77% de los cubanos manifestó vivir en una situación de escasez severa o moderada, mientras que el 42% afirmó tener "problemas incluso para comprar lo más esencial para sobrevivir".
Seis de cada diez familias, cubren sus necesidades alimentarias de los primeros diez días de cada mes, con la estatal cuota racionada y más del 70% sufrió escasez de alimentos básicos en el segundo trimestre de 2020..
El 67% de los cubanos encuestados calificó su alimentación familiar como deficiente y el 76% entre regular y muy malo el "abastecimiento de material médico e insumos hospitalarios". El 75% de personas que necesitaron medicamentos, no pudieron conseguirlos en la farmacia, indicó la muestra del OCDH.
El 83% de los cubanos no cuenta con agua potable permanente; con la agravante que, en enero del año pasado, el 21% de los hogares tenía agua permanente, pero en agosto la cifra bajó hasta el 14%.
El 46% de las familias cubanas necesitan que su vivienda sea reparada y Cuba tenía, al momento de la encuesta, un 11% de casas en peligro de derrumbe.
En cuanto a los derechos sociales de los ancianos, el OCDH cifró en 52% la carencia de alguna comida diaria y el porcentaje de cubanos adultos que reconoció tener dificultades para comprar alimentos y medicinas esenciales para sobrevivir, creció del 59% al 64% en el primer semestre del año pasado.
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