Vídeos relacionados:
En medio de la crisis que afronta Cuba, casi medio millón de paquetes de almohadillas sanitarias se encuentran tirados en un almacén de Sancti Spíritus, debido a la falta de transporte para su distribución por el territorio y el resto de la región central del país.
Esto sucede en la fábrica de la empresa Mathisa de esa provincia, de acuerdo con un reporte de la prensa oficialista local. La responsabilidad recae en la Unidad Empresarial de Base Comercializadora de Emcomed, encargada de extraer las almohadillas sanitarias acumuladas para distribuirlas por el centro del país.
Lo más leído hoy:
“Hoy en los almacenes reposan más de 432,000 paquetes, pero hasta tanto no se retiren por parte del cliente, resultará imposible continuar el ritmo productivo y, por tanto, se nos afectan los procedimientos económicos, como son el pago de adeudos a proveedores y la liquidación de nuestras cuentas, entre otros”, dijo Mireya Gómez Saya, directora de la entidad estatal.
La fábrica de almohadillas sanitarias se ocupa de la elaboración de surtidos, en varios formatos, de los productos Pétalo y Mariposa.
En febrero pasado, se informó que la distribución de las almohadillas sanitarias tenía un atraso de cinco meses en la provincia de Ciego de Ávila. Según datos de un reportaje, entonces 157,636 avileñas en edad fértil se encontraban afectadas por la escasez de este producto.
La Empresa Nacional de Materiales Higiénico-Sanitarios (Mathisa), única de ese rubro en el país, tiene solo tres fábricas localizadas en La Habana, Sancti Spíritus y Granma. En 2020, la industria espirituana solo produjo 10 de los 14 millones de almohadillas sanitarias que debían confeccionar, debido a la escasez de materia prima.
La fábrica de Granma confecciona almohadillas sanitarias y otros productos como la gasa y el algodón, que se destinan al sistema de instituciones de la salud de la región oriental. Todos estos artículos dependen de materias primas importadas y debido a la falta de financiamiento del gobierno su presencia escasea habitualmente tanto en farmacias como en hospitales de la Isla.
En ninguna de las tres regiones del país, la industria doméstica es capaz de mantener un surtido de este producto, de primera necesidad para la población femenina.
Archivado en: