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Las denuncias en torno a las pésimas condiciones higiénicas en los llamados "centros de aislamiento" para sospechosos del coronavirus continúan en aumento en Cuba, ello en medio de un panorama epidemiológico que no da tregua.
“Los baños estaban horribles, parecían de terminal de ómnibus. La comida a veces mala y otras regular, siempre poquita. Lo peor es que no hay medicamentos y los médicos y enfermeras ni te miran, se paran en la puerta del albergue y preguntan si alguien tiene fiebre o falta de aire. Eso es todo, para eso es que nos tienen allí”, contó recientemente a Diario de Cuba una holguinera recluida en uno de esos centros, que documentó su denuncia con escalofriantes imágenes.
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La provincia de Holguín, con 752 casos reportados este viernes, atraviesa uno de los panoramas epidemiológicos más complejos del país, junto a La Habana, Cienfuegos y Ciego de Ávila.
Las terribles condiciones higiénicas de varios centros de aislamiento en la isla -que vienen siendo denunciadas desde 2020- aumenta el riesgo de contagio de los recluidos, además de propiciar que cada vez más cubanos con síntomas de COVID-19 oculten sus padecimientos a las autoridades sanitarias, lo que favorece la dispersión de la enfermedad.
Falta de medicamentos, de aparatos para tomar la tensión arterial y hasta de termómetros, así como problemas de alimentación, son quejas recurrentes entre los residentes de la isla que han pasado por tales centros.
En mayo, circuló en redes sociales un vídeo de las terribles condiciones higiénicas de un centro de aislamiento para viajeros en el Hospital "Julio Trigo", en el habanero municipio Arroyo Naranjo, donde se pudo ver los baños de la instalación desbordados de excrementos y sin agua corriente.
Las denuncias de las pésimas condiciones en los centros de aislamiento han sido una constante desde el inicio mismo de la pandemia y abarcan todo el país. En algunos casos tales denuncias han llegado adquirir tintes de protesta pública.
En octubre de 2020 un grupo de cubanos recluidos otro centro de aislamiento de Sancti Spíritus estallaron de indignación ante la mala calidad y cantidad de la comida. “Esto no es comida ni ná de eso”, gritó una mujer en medio de un episodio de indignación colectiva, y añadió que ellos no eran perros para "comer sancocho”.
Unos meses después, a finales de enero, una joven cubana denunciaba en sus redes sociales la precaria situación de higiene y alimentación que sufrían los internos en un centro de aislamiento de coronavirus en Ciego de Ávila.
También en enero, un cubano denunció en que la facultad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba a veces eran las tres de la tarde y los pacientes todavía no habían recibido el almuerzo. Otras quejas en ese centro estaban relacionadas con el traslado de las personas durante la madrugada, la falta de medicinas y la mezcla de todo tipo de pacientes sin una previa valoración médica.
Lo peor es que, varios meses después de algunas de esas denuncias, la situación epidemiológica no ha hecho más que empeorar. El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) reportó este viernes 75 fallecidos y 8,886 nuevos contagios de coronavirus en Cuba.
Permanecen ingresados 104,128 pacientes: de ellos 53,779 sospechosos; 4,270 en vigilancia y 46,079 son casos activos y confirmados de COVID-19. Se atienden en las terapias intensivas 403 pacientes: 142 en estado crítico y 261 reportados de gravedad.
Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del MINSAP, refirió que en los últimos quince días se han diagnosticado 131,300 pacientes. Además, indicó que en ese periodo todos los días se han diagnosticado más de 7,500 casos.
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