El gobernante Díaz-Canel sostuvo un intercambio de fe y esperanza con líderes ecuménicos de la Isla, donde abordaron la situación del país por la pandemia de coronavirus y los sucesos del 11J.
El dialogo del mandatario con miembros del Consejo de Iglesias de Cuba y líderes ecuménicos se propició como un espacio para el agradecimiento, el homenaje, la fe, el compromiso, la participación, el aprendizaje, la reflexión y la esperanza, según el diario oficialista Juventud Rebelde.
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Díaz-Canel aseguró en el intercambio con los líderes religiosos que “todavía podemos perfeccionar y ampliar más la armonía, construyendo constantemente mucha confianza y la posibilidad de hablar, de discutir, de debatir, aunque no siempre coincidamos en lo mismo”.
Igual le agradeció el haber asistido al encuentro y expresar con sinceridad “lo que sienten”.
“Vamos a buscar los espacios en que ustedes puedan aportar y participar, para que estén con nosotros en ellos y también para que nos enseñen, porque ustedes tienen muchas cosas que enseñar, que han sido práctica ya desarrollada en todos estos años», expuso, además.
También les detalló la actual situación del país y los últimos acontecimientos tras las protestas del 11J, las que calificó de “situación extremadamente compleja y retadora”.
Sobre este tema puntualizó que “en los desafíos también hay un encanto, y una manera de ver la vida para buscar capacidad de respuesta, de ánimo, de aliento, y de ir a un mejor momento”.
Igual añadió que “para eso tenemos que seguir multiplicando todo lo que sea eficiente y aportador, lo que nos dé armonía, utilidad y belleza, desechando lo que sea ineficiente, lo que traba, lo que sea burocrático, lo que sea corrupto”.
El mandatario expuso a los líderes religiosos que “necesitamos reforzar la atención en los barrios, y ahí contamos con ustedes. Sabemos de proyectos que han desarrollado, del concepto que han trabajado de educación popular, y aspiramos a poder ir multiplicando sus experiencias y enriquecer todo cuanto hagamos con su participación”.
Díaz- Canel además se refirió a la pandemia de coronavirus y cómo el país se ha enfrentado a esta por casi 17 meses. El concepto primero, aseguró, “ha sido siempre salvar la vida de la gente, con lo que fuera”.
Joel Ortega Dopico, secretario ejecutivo del Consejo de Iglesias de Cuba, en el intercambio expuso “la necesaria autocrítica, la rectificación pendiente, la revisión profunda de métodos y estilos de trabajo que chocan con la voluntad de servicio al pueblo, la burocracia, las trabas y la insensibilidad de algunos que tanto dañan”.
Igual dijo que hay que “buscar caminos de diálogo para no estigmatizar posiciones. Hay grietas que tenemos que juntos y juntas sanar”.
Joel Suárez Rodés, coordinador ejecutivo de la Coordinación Colegiada del Centro Memorial Martin Luther King, pidió al mandatario “que nos convoquen más, sobre todo en lo relacionado con el trabajo y las políticas sociales para la atención a la vulnerabilidad. Hay que crear un corredor amplio para salvar esta Patria”.
Dora Arce Valentín, pastora y moderadora de la Iglesia Presbiteriana-Reformada dijo que hay que “abrazar, respetar y aprovechar la diversidad que define la Cuba de hoy. No podemos rechazar la diversidad. Tenemos que ver esa diversidad como un don, como algo que enriquece a la sociedad”.
Kirenia Criado Pérez, pastora de la Iglesia de Los Amigos expuso que “Cuba es el centro de mi vida, pero la reconciliación es el centro de mi tarea, y yo creo que hoy nos está tocando tener la reconciliación como el centro de nuestra tarea y nos ofrecemos como iglesia, por esa experiencia que hemos vivido, a ser espacio de reconciliación allí en el barrio, allí en la iglesia, allí en las comunidades más pequeñitas, para trabajar en estos espacios de reconciliación que son tan importantes”.
Este encuentro, donde se recordó el 80 aniversario del Consejo de Iglesias de Cuba y el reverendo Raúl Suárez recibió la orden Félix Varela, es el primero de otros que se desarrollarán con líderes de instituciones religiosas y asociaciones fraternales, según el mandatario cubano, a quien le obsequiaron una cruz de madera, una placa y una Biblia.
Usuarios de las redes recordaron que en Cuba “ser cristiano no fue nada fácil desde los años 60 hasta finales de los 80; después de ese tiempo la represión continúa hasta hoy, pero más solapada en muchos momentos y con la complicidad y el silencio de muchos de los de adentro”
“Mientras este hombre de la foto, Raúl Suárez (uno de los "pastores" que más ha contribuido al desprestigio de la iglesia en Cuba) recibe hoy honores y reconocimientos de la dictadura, de la mano de Díaz Canel, otros hombres y mujeres cristianos han sido detenidos y juzgados por mostrar durante el 11J que ser cristiano no puede ser palabrería barata, que ser cristiano es acción y que la iglesia debe convertirse en uno de los pilares de apoyo al pueblo en su transición hacia la libertad y la liberación”, expuso en su perfil de Facebook la usuaria que se identifica como Johanna Columbié Grave de Peralta.
“Es una pena que esa denominación supuestamente cristiana, haya caído en esa postura oportunista, a favor de una adhesión política a una élite de poder. Se deshonran y traicionan a Cristo”, expuso otro usuario en los comentarios del post de Columbié Grave de Peralta.
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