Florida vivió otra jornada sombría en el enfrentamiento al COVID-19 con 23,903 nuevos casos de contagios, un récord de casos por segundo día consecutivo desde el comienzo de la pandemia.
El reporte sabatino del Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) cierra una de las más angustiosas semanas para el estado, luego de que el viernes se computara el pico de 22,783 casos y 199 muertes. Florida se reafirma como el epicentro del coronavirus en Estados Unidos.
La información del CDC indica además 93 muertes y 13,747 hospitalizaciones, que marcan un incremento por sexto día consecutivo.
De las personas hospitalizadas con coronavirus, 2,753 pacientes están en unidades de cuidados intensivos, lo que significa que casi la mitad de las UCI del estado están ocupadas por enfermos de COVID-19.
Las estadísticas pertenecen al reporte del CDC, pues desde el pasado 4 de junio el Departamento de Salud de Florida (FDH) no realiza actualizaciones diarias, solo semanales, sobre la situación de la pandemia.
El informe del FDH tiene carácter semanal y se emite los viernes. La información que comprende del 30 de julio al 5 de agosto, arrojó 134,506 nuevos contagios y 175 muertes.
La cifra de contagios semanales reportó un aumento de 24,086 casos (21% más que los siete días precedentes) y un porcentaje de positividad altamente preocupante: 18.9%, el mayor del país.
El promedio de contagios diarios escaló hasta los 19,250 casos.
Las autoridades sanitarias han activado las alarmas sobre la imparable propagación de la variante Delta, que está golpeando severamente el estado con un impacto de alta letalidad.
El llamado a intensificar la vacunación sigue siendo el principal estandarte de la batalla sanitaria en el estado, que tiene completamente vacunada al 49% de su población.
Las malas noticias llegan en momentos en que las expectativas de normalización, la reapertura de negocios y el inminente comienzo del curso escolar han desatado fuertes polémicas en torno a decisiones gubernamentales sobre el uso de mascarillas y el distanciamiento social.
La controversia ha enfrentado al gobernador Ron DeSantis con los criterios de distritos escolares que recomendaron a profesores, estudiantes y empleados el uso obligatorio de mascarillas. DeSantis ha amenazado con retirar fondos estatales a las juntas escolares que impongan la protección obligatoria con nasobucos.
Los distritos escolares han optado por dejar al criterio de los padres el uso de mascarillas por los estudiantes, pero los sindicatos de profesores mantienen que se guiarán por las recomendaciones de las autoridades científicas.
El Jackson Health System, el mayor sistema hospitalario del estado y uno de los bastiones de salud del país, ha ordenado que a partir del 23 de agosto todo su personal deberá estar vacunado o quienes no lo hagan se enfrentarán a severas restricciones de protección en sus instalaciones. Solo el 60% de los empleados del Jackson están vacunados.
La alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, ordenó uso obligatorio de mascarilla en todas las instalaciones gubernamentales del condado.
De los cuatro condados del sur de Florida, Miami-Dade reportó esta semana la mayor cantidad de contagios, con 19,639 casos, a pesar de que el 62% de sus residentes están vacunados. Entre Miami-Dade, Broward, Palm Beach y Monroe se acumularon un total de 40,404 contagiados, el 30% de los reportados por el estado.
Durante la pandemia, Florida suma 2,725,450 contagios confirmados de COVID en todo el estado y 39,695 muertes.
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