El preso político cubano Luis Robles volvió a ser encerrado este martes en una celda de castigo de la cárcel del Combinado del Este (La Habana) por quinta vez en ocho meses, según informaron a CiberCuba familiares del joven que el 4 de diciembre de 2020 protestó con un cartel en el bulevar de San Rafael, pidiendo libertad para Denis Solís y el fin de la represión en Cuba.
Robles estuvo castigado quince días de julio. De hecho, no se comunicó con su familia del 4 al 29 de julio y este martes 10 volvió a entrar en la temida celda de castigo del Combinado por motivos desconocidos hasta ahora.
Sus familiares recibieron la llamada de un recluso que los contactó para informarles de que a Luis Robles lo subieron de nuevo a la celda de castigo, pero esa persona no supo explicar qué provocó esta vez el encierro.
Es la quinta vez desde que entró en prisión que el joven de 28 años es castigado en el Combinado del Este. La última vez lo encerraron porque le encontraron una foto de las campañas internacionales que se hacen pidiendo su liberación.
El quinto castigo al que es sometido Luis Robles llega el mismo día que CiberCuba hizo público el audio de la conversación que Robles sostuvo con su hermano Landys este fin de semana, en el que el preso político comenta que está defecando con sangre, que sufre hipertensión; que lo ha visto un médico; que le han prometido hacerle un chequeo que no llega y que la Seguridad del Estado lo ha amenazado con detener a su hermano.
En esa conversación, Robles se enteró de que su padre ha estado grave con coronavirus y que su abogado ha pedido por cuarta vez un cambio de medida, para conseguir que espere la celebración de juicio en libertad y no en prisión provisional.
Para solicitarlo, la defensa de Robles se agarró a declaraciones que el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cuba, Rubén Remigio Ferro, hizo frente la prensa extranjera, reconociendo que manifestarse no es delito en la Isla sino un derecho constitucional.
Poco antes de presentar esta reclamación, el letrado contratado por la familia de Luis Robles había cursado otra petición, pero en base a las declaraciones del gobernante Miguel Díaz-Canel que aseguró en la Televisión Cubana que en Cuba no se reprime a los manifestantes pacíficos.
La respuesta negativa de los tribunales cubanos no tardó en llegar. Sin embargo, Robles confiaba en que su caso mereciera la puesta en libertad inmediata, teniendo en cuenta que existen imágenes explícitas de su manifestación pacífica.
Él era consciente de a qué se enfrentaba cuando salió a protestar en La Habana. Tres días antes de plantarse en el bulevar de San Rafael con un cartel pidiendo el fin de la represión, Robles grabó un vídeo reconociendo que sabía de lo que es capaz la maquinaria represiva del Partido Comunista de Cuba.
"Aquí si te manifiestas, te embarcan la vida", dijo.
Ese vídeo recoge el alegato político de un Robles que tenía interiorizado que los comunistas "quieren mandar hasta en lo que pensamos".
Él lo tenía claro: el sistema comunista cubano "es una demoledora de gentes y de almas".
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