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El ministro de exteriores cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, salió en defensa del gobierno de China, librándolo de cualquier responsabilidad en cuanto al origen del coronavirus.
En una publicación en su cuenta de Twitter, el canciller acusó de "manipulación política" a la administración de Estados Unidos, "al pretender culpar a la República Popular China del origen del SARS-CoV-2".
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"Es irresponsable e inaceptable. Como acostumbra EE.UU, miente para tratar de lograr sus objetivos políticos", recalcó.
Las declaraciones de Rodríguez se producen luego de que funcionarios de inteligencia estadounidense afirmaran que no pueden establecer cuál es el origen real del virus si China no les provee la información necesaria.
"Es muy probable que se necesite la cooperación de China para llegar a una evaluación concluyente de los orígenes del COVID-19", dijeron los expertos en un resumen que fue desclasificado el viernes, el cual pretendía resolver el debate acerca de si la causa de la pandemia está en un incidente en un laboratorio chino.
El informe, publicado por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional norteamericana, no ofrece una certeza de qué originó el virus. Mientras varias organizaciones creen que surgió de la "exposición natural a un animal infectado con él o a un virus progenitor cercano", otro sector desarrolló una "confianza moderada" en que la pandemia nació con un "incidente asociado al laboratorio, que probablemente implicó experimentación, manipulación de animales o muestreo por parte del Instituto de Virología de Wuhan".
La hipótesis de la fuga del laboratorio ha sido negada rotundamente por el gobierno chino.
Esta teoría ha ido ganando fuerza luego de conocerse que en noviembre de 2019, meses antes de que China revelara al mundo los primeros casos de coronavirus, tres investigadores del Instituto de Virología de Wuhan tuvieron que ser hospitalizados con síntomas similares a los del COVID-19 después de visitar una cueva con murciélagos.
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