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El gobierno de Estados Unidos permitió a sus diplomáticos en La Habana estar acompañados por algunos familiares, lo que se considera el primer paso para ampliar sus servicios consulares en Cuba.
Un funcionario del Departamento de Estado dijo a la agencia española EFE que el cambio de estado para los diplomáticos estadounidenses reafirma el interés de la Casa Blanca en reforzar su plantilla en la embajada de La Habana.
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“El presidente Biden se ha comprometido a reforzar la plantilla de su embajada en La Habana para asegurar nuestra capacidad de relacionarse con la sociedad civil; y, en el momento apropiado, aumentar nuestros servicios consulares a los cubanos. A la vez que garantizamos la seguridad de nuestros diplomáticos en Cuba”, señaló el funcionario.
Desde que en 2017 Estados Unidos redujera el personal de su embajada en Cuba, a raíz de que estos experimentaran malestares y conmociones cerebrales, algo que se denominó "Síndrome de La Habana", los servicios consulares norteamericanos permanecen limitados en la isla.
Tras las protestas del 11J el presidente Joe Biden consideró la posibilidad de aumentar el personal diplomático en Cuba y otras medidas, como el envío de remesas a través de instituciones financieras que no estén controladas por el aparato militar castrista.
A raíz de esa posible oportunidad, cubanos se movilizaron en las redes sociales para pedirle a la Casa Blanca que reabriera los servicios consulares.
"La reunificación legal de los cubanos se ha visto seriamente afectada por las decisiones arbitrarias de la administración Trump. Las familias cubanas están sufriendo, es hora de hacerlo bien. Necesitamos una solución", comentaron.
Hasta el momento no hay un estudio concluyente que explique lo ocurrido a diplomáticos estadounidenses y canadienses, quienes manifestaron ser víctimas de supuestos ataques sónicos o con microondas.
El caso más reciente tuvo lugar este año, cuando un diplomático de alto rango de Canadá experimentó los síntomas y tuvo que ser evacuado de la isla para someterse a un estudio en Ottawa, sumándose a la lista de canadienses que demandan al gobierno de su país por ocultar información y restarle importancia al asunto.
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