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La delegación cubana concluyó su presentación en los Juegos Paralímpicos de Tokio en el lugar 35 del medallero, luego de obtener cuatro preseas de oro, una de plata y una de bronce.
El equipo nacional quedó por debajo de lo conseguido en Río de Janeiro 2016, cuando alcanzó 15 preseas, distribuidas en ocho oros, una plata y seis bronces, que le permitieron situarse entonces en el puesto 18 por países.
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Todas las medallas cubanas en Tokio fueron conquistadas por representantes del atletismo, destacándose el papel de la velocista Omara Durand, quien otra vez ganó el metal dorado en los 100, 200 y 400 metros (m), categoría T12 (débiles visuales profundos), repitiendo la actuación lograda en la cita olímpica 2016.
Durand culminó con récord mundial de 23.02 segundos en la final del doble hectómetro, y ahora muestra ocho títulos en ese tipo de eventos. Igualmente mejoró la marca de 23.05 segundos impuesta en Río de Janeiro. La santiaguera no pierde una carrera desde hace más de 10 años.
Asimismo, sobresale el nombre de Robiel Yankiel Sol Cervantes, de solo 18 años, con récord paralímpico de 7.46 m en el salto largo en la categoría T46 (afectado miembro superior). El joven obtuvo la primera medalla de oro para Cuba en esta cita olímpica.
Leonardo Díaz ganó el bronce en el lanzamiento del disco, de la categoría F56 (silla de ruedas), con 43.36 m, su registro más destacado del año.
Clausurado este domingo en la capital japonesa, el certamen estuvo dominado ampliamente por la delegación de China (96-60-51), seguida por Gran Bretaña (41-38-45) y Estados Unidos (37-36-31).
Por la región latinoamericana, el desempeño más destacado correspondió a Brasil que, con 22 medallas de oro, 20 de plata y 30 de bronce, logró ubicarse en el séptimo puesto.
En la ceremonia de clausura, París tomó el relevo de Tokio como próxima sede de los juegos paralímpicos de 2024, con un espectáculo en que una artista francesa interpretó el himno del país europeo en lengua de signos.
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