La Unión Europea (UE) financiará un proyecto de 1,5 millones de euros para gestionar los peligros por las inundaciones y sequías en las provincias de Ciego de Ávila y Camagüey, afectadas por el huracán Irma en 2017.
El apoyo, gestionado por Francia, será para la compra de equipos de vigilancia meteorológica e hidráulica en 14 municipios de las citadas provincias del centro del país, aseguró un reporte del Noticiero Nacional de la Televisión de este martes.
Según la embajadora de la UE en Cuba, Isabel Brilhante, el bloque comunitario que representa apoya iniciativas similares en otros siete países de América Latina, con el objetivo de atenuar los efectos adversos del cambio climático que impactan en la región.
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos serán los encargados de implementar este proyecto durante dos años y medio, con el cual se prevé reforzar el monitoreo y vigilancia ante eventos naturales, como los habituales huracanes que golpean cada temporada ciclónica del Atlántico en la isla.
De acuerdo con la representante del PNUD en la isla, Maribel Gutiérrez, este proyecto que financia la UE tributará al plan estatal de enfrentamiento al cambio climático, denominado Tarea Vida, y al desarrollo del país caribeño.
En Cuba los eventos naturales cada año suelen ser más extremos. Allí lo mismo pasan por largos períodos de sequía que por extensas inundaciones derivadas de los huracanes que atraviesan el país o pasan bastante próximos.
En el 2017 el huracán Irma devastó gran parte del territorio donde ahora la UE pretende financiar un nuevo proyecto medioambiental en la Isla, uno más de los que apoyan en la isla.
En junio último, la UE aseguró que solo financiaba cuatro proyectos gestionados por instituciones cubanas del total de 78 a los que dedica fondos en relación con la agenda 2030 para el desarrollo sostenible en la isla.
En un esfuerzo por distanciarse de las acusaciones que la vinculan a instituciones estatales con políticas represivas, fuentes comunitarias precisaron esa vez que la UE dedica a esos 78 proyectos un apoyo financiero de 155,5 millones de euros, de los que solo el 3,8 % va directamente a cuatro proyectos gestionados por dos autoridades locales y por dos ONG.
Uno de esos proyectos está relacionado con la promoción del centro histórico de La Habana como un modelo de ciudad inteligente con énfasis en el fomento de la economía creativa, en el marco del 500 aniversario de su fundación, que fue gestionado por la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH).
El otro relacionado con organismos del régimen es el que pretende convertir en un corredor cultural la calle Línea y está en manos del Gobierno Provincial de La Habana.
Por otra parte, reciben fondos el Programa Integral de Envejecimiento Saludable en el Municipio Plaza, manejado por la Sociedad Cubana de Gerontología y Geriatría (SCGG), y los laboratorios de innovación para la transformación digital del sector de la cultura, impulsados por la Unión de Informáticos de Cuba.
No obstante, la UE asegura que realiza un “cuidadoso seguimiento y monitoreo” de esos proyectos.
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