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El joven realizador cubano Carlos Lechuga recibió un premio en el Festival de Cine de San Sebastián, en España, consistente en apoyo económico para concluir la producción de su nuevo proyecto cinematográfico, bajo el título de Vicenta B..
“Mi película es la historia de un país donde hay muchas madres y no están los hijos. En estos momentos hay muchos hijos presos por pensar diferente”, dijo Lechuga al recibir el premio, que consiste en una suma de 30,000 euros (unos 35,000 dólares) para el productor mayoritario de la cinta.
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El cineasta aprovechó la ocasión para pedir la libertad de los presos políticos en Cuba, citando los nombres de Hamlet Lavastida y Luis Manuel Otero Alcántara, fundador del Movimiento San Isidro (MSI).
“Hay muchas madres sufriendo en Cuba. Están pasando cosas importantes en el mundo, no le demos la espalda a Cuba. Gracias al Festival de San Sebastián”, dijo.
El jurado consideró que el filme apostaba por un cine latinoamericano “en el que se centra la mirada en el interior de los personajes y una mirada íntima que no rehúye la descripción de las circunstancias ni el ansia de un futuro tantas veces soñado”.
Se trataría del tercer largometraje de Lechuga, después de títulos como Melaza y Santa y Andrés, censurada desde 2016 por las autoridades cubanas.
La nueva película había sido beneficiada por el Fondo de Fomento del Cine Cubano, que organiza el estatal Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), a fines de 2020. Pero, a raíz de los sucesos del 11J, Lechuga anunció públicamente su renuncia a esa ayuda económica gubernamental, así como su salida de la oficialista Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
“No puedo ser parte de una vida social donde un ministro de Cultura es un golpeador, el presidente del país es un asesino y las instituciones apoyan esto”, dijo entonces el cineasta.
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