El Gran Maestro Internacional de ajedrez Lázaro Bruzón declaró hoy en su perfil personal de Facebook que desde el 11 de julio, cuando ocurrieron las protestas antigubernamentales en toda Cuba y cientos de personas fueron encarceladas, le cuesta mucho "tener un criterio racional ante tanta injusticia", pero sabe que "nadie debería ir preso ni ser desterrado por pensar diferente".
Bruzón, quien reside en Estados Unidos, resaltó que "una persona no tiene que ser tu hermano o tu amigo para identificarte con su dolor" y que él cree en el karma y en la justicia. "Tanto crimen no puede ser eterno", señaló.
Sus declaraciones en la madrugada de este lunes remiten a la noticia del excarcelamiento y destierro del artista visual cubano Hamlet Lavastida, luego de tres meses de prisión en Villa Marista, bajo la acusación de incitación a delinquir.
Según un mensaje publicado este domingo por la poeta y activista Katherine Bisquet, pareja de Lavastida, ambos viajaron a Polonia el día antes de manera definitiva, debido a que la Seguridad del Estado impuso como condición a la liberación de Lavastida el exilio.
Bisquet denunció que los 90 días que el artista de 38 años permaneció en privación de libertad "bajo un proceso de investigación infundado", ella ha sido blanco de "acoso, coacción, privación ilegal de libertad (prisión domiciliaria por 65 días), tortura psicológica, detenciones ilegales y amenazas de procesamiento por parte de la Seguridad del Estado".
"Pero sobre todo he sido víctima del chantaje a través del cual el poder me hacía saber que cada día que transcurría sin que yo consiguiera una visa representaba un día más de cárcel para Hamlet. Mi salida del país era la moneda de cambio para su liberación", aseguró.
Este no es el único caso de destierro en Cuba en lo que va de año. En marzo pasado la joven periodista Karla Pérez fue también desterrada, cuando se disponía a volver a Cuba tras haber cursado la carrera de Periodismo en Costa Rica.
A Pérez la habían expulsado en 2017 de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas por sus publicaciones críticas al gobierno en una plataforma digital vinculada a un movimiento disidente y se había marchado a la nación centroamericana a continuar sus estudios, gracias a una beca que recibió. Sin embargo, su plan siempre fue volver a su país natal para ejercer el periodismo como parte del equipo de ADN Cuba y reunirse con su familia.
Después de que el gobierno cubano prohibiera su entrada a la isla, Costa Rica accedió a refugiar a la joven.
En los últimos años la Seguridad del Estado cubano ha optado por acosar y presionar a figuras críticas del sistema para forzar su salida del país. Y quienes no han cedido han sido en muchos casos "regulados", con lo cual no pueden viajar al exterior. En 2019, unos 150 ciudadanos cubanos se encontraban regulados, según cifras del Instituto Patmos.
El registro exhaustivo de personas desterradas, no obstante, es una tarea pendiente; aunque testimonios diversos revelan que ha sido una práctica histórica del régimen cubano.
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